Reconstrucción artística de un Megalodón
persiguiendo a dos ballenas Eobalaenoptera.
Megalodón (en gris y rojo) con el tiburón ballena
(violeta), el gran tiburón blanco (verde),
y un humano (azul) a escala. Nota: El tamaño máximo alcanzado por C. Megalodón
es indicado por el modelo de 20 metros.
y un humano (azul) a escala. Nota: El tamaño máximo alcanzado por C. Megalodón
es indicado por el modelo de 20 metros.
Lugar donde se encontraron los fósiles
Vertebras fosiles de posible Cetáceo
Vertebras fósiles de posible Cetáceo
Diente fósil de tiburón
Restos fósiles de dientes de Tiburón
Fuente: http://paleovenezuela.blogspot.com.es/search?updated-max=2012-05-24T13:33:00-07:00&max-results=7
Wikipedia, PDVSA, fotos tomadas en el sitio y de los fósiles encontrados.
Restos de un posible Megalodón y otros vertebrados de gran tamaño no
identificados hasta el momento fueron descubiertos por unos pescadores de la
península de Araya en el Estado Sucre a comienzos del 2011. Rafael Rojas y otros
lugareños verificaron en la zona estos bien conservados ejemplares.
Se estima que los últimos representantes de la especie Megalodón, se habían extinguido a finales del Neógeno, aproximadamente entre 5 y 2.6 millones de años. Esto concuerda con una posible teoría en la que el río Orinoco desembocaba en el Estado Sucre durante esa época y que su delta fue moviéndose hasta su actual posición por los diferentes movimiento orogénicos que ha ocurrido en todo este tiempo.
Entre los restos fósiles encontrados en la localidad, se pueden observar elementos postcraneales referibles a un conjunto de vértebras, de los cuales se descarta que sean parte de un Megalodón, ya que esta especie como todo los tiburones, no poseían un esqueleto osificado, sino compuesto por vértebras cartilaginosas, las cuales son muchas veces difícil de conservar durante el proceso de fosilización. Por este motivo, lo que principalmente se conserva de los tiburones fósiles, son sólo sus dientes. Estos restos vertebrales según especialistas en la materia, son referibles a un cetáceo; Las características morfológicas de los centros vertebrales son diagnosticas de este grupo, inclusive faltando los restos de las apófisis o procesos laterales y espina dorsal. Sin embargo, sería necesario encontrar más piezas, elaborar más estudios y realizar pruebas científicas para llegar a un nivel o a una determinación taxonómica más precisa que pudiera permitir una identificación hasta nivel genérico o específico.
Diferentes teoriasLa importancia de todos estos fósiles encontrados, hace pensar a científicos la posibilidad y existencia de un antiguo ambiente con acumulación de organismos por sedimentación, teniendo una variada paleodiversidad, que permitía el desenvolvimiento ecológico de todos los grupos que habitaron el lugar. La presencia de una gran cantidad de especies de tiburones, en especial las evidencias referibles al Megalodón, llevaría a pensar en un ambiente marino con abundantes presas. En otras partes del mundo, son muy comunes en los yacimientos del Neógeno marino, en los cuales hay restos de grandes cetáceos asociados con abundantes dientes de Megalodón, ya que estos grandes mamíferos marinos eran parte de su dieta. En rocas del Mioceno del Estado Falcón y del Estado Sucre, se han colectado restos vertebrales de grandes cetáceos fósiles, en los cuales se encuentran clavados dientes de Megalodón. Lo cual asevera las interacciones tróficas entre ambos grupos; tal como lo hace hoy en día el gran tiburón blanco (Carcharodon carcharias), con ballenas y otros mamíferos como focas y lobos marinos.
En estos hallazgos hay vértebras que están tan erosionadas y agrietadas que es muy difícil su identificación, tal vez en el futuro con el descubrimiento de más piezas, por ejemplo de un cráneo o dientes de mandíbulas, se pueda identificar que especie de animal sería.
Otra teoría sobre estos enigmáticos especímenes sería del antepasado del delfín rosado actual, de seguro el alimento preferido del Megalodón en la zona. Quizás este último hizo que los ancestros de la tonina de origen marino fueran desplazados del mar hacia el río Orinoco, viviendo posiblemente durante esta época en la desembocadura del Orinoco, adaptándose a su agua dulce para después evolucionar hacia las 2 subespecies, el delfín rosado (Inia geoffrensis) y el delfín rosado del Amazonas (Inia geoffrensis geoffrensis).
En el sitio hay más de un kilometro a la redonda con diferentes fósiles, el diente más grande que se halló es de más de 8 centímetros y está en poder de unos de los lugareños, lo que se espera que el personal calificado (Paleontólogos) pueda estudiar la zona.
Caracoles y Ostras
Por todo el lugar se encuentran esparcidos gran cantidad de caracoles y ostras que de ser datadas en los diferentes estratos pudieran arrojar el posible rango de tiempo que desembocó el Orinoco en esta formación y completar el mapa cronológico de Venezuela y de nuestro mayor río.
Diferentes Deltas
Como se sabe, hay un gran número de animales marinos que se aglomeran en los deltas de los ríos para poder aprovechar los diferentes nutrientes y desechos que arrastran hacia el mar los afluentes de agua dulce, por lo que es común la convivencia de diferentes tipos de animales y la diversidad de vida en dichas zonas.
Debido al gran tamaño que tuvo el río Orinoco en tiempos ancestrales esta diversidad de vida marina debió haber sido igualmente grande, pero en todo el tiempo que tiene el río Orinoco, se conoce por restos fósiles el Estado Falcón que fue su “prodelta” más distinguido, o por mucho tiempo su principal desembocadura, la diversidad de fósiles encontrados en los médanos de Coro lo hace destacarse internacionalmente, derivados de la desembocadura del río proto-Orinoco en la parte occidental del Estado Falcón, datados en el Neógeno tardío más específicamente en el Mioceno, período que comenzó hace 23,03 millones de años y terminó hace 5,332 millones de años.
Aunque hay una parte de la comunidad científica que no comparte la idea de un delta en esta zona y que estos fósiles no son típicos de una desembocadura, lo que hace diferenciar una antigua playa normal y una posible desembocadura del río Orinoco en la península de Araya es la cantidad de fósiles esparcidos por el lugar. Un texto extraído de estudios realizados en el Estado Falcón y que puede ser revisado en http://www.pdvsa.com/lexico/s22w.htm indica la influencia de un protodelta en la formación de sedimentos y acumulación de tantos fósiles en la zona.
El texto explica lo siguiente: “Paleoambientes: Basándose en los foraminíferos, Renz (1948) interpreta que la formación se depositó inicialmente en condiciones marinas de poca profundidad, probablemente inferior a 100 m, con salinidad normal, cerca de una tierra baja, en un clima tropical. La parte lutítica de la formación, el Miembro Menecito, se depositó a mayor profundidad, entre 200 y 600 m. Blow (1959) amplió estas interpretaciones para el miembro lutítico de la Formación San Lorenzo, anotando la ocurrencia de conjuntos de foraminíferos arenáceos de interior complejo en varios niveles discretos, que representan períodos de profundización y subsidencia de la cuenca, acompañados de flujos turbidíticos. Díaz de Gamero (1996) interpreta estos conjuntos de foraminíferos arenáceos como propios de prodelta en agua profunda, derivados de la desembocadura del río proto-Orinoco en Falcón occidental, de la misma forma que los conjuntos arenáceos de agua profunda estudiados en el Neógeno tardío de Trinidad se relacionan con el río Orinoco. Los peces fósiles identificados originalmente por Leriche (1938) y reestudiados por Aguilera (1993) corresponden a tiburones típicos de la zona batial superior.” Confirmando 2 cosas:
A.- Que en la escala temporal geológica de la desembocadura del río Orinoco en la zona fue amplia e importante para su formación.
B.- Los Tiburones son típicos en desembocaduras de ríos y entre mas grandes es el delta más grande serán los animales y sus depredadores, en este caso el posible Megalodón encontrado en Araya.
El cauce del río Orinoco del presente es el producto de una serie de procesos geomorfológicos complejos, difíciles de estudiar, tales como: levantamientos de cadenas montañosas como Los Andes, Sierra de Coro, también conocida como Sierra Falconeana, El Ávila y otras cordilleras ubicadas al norte de nuestro país; que hicieron las veces de barreras logrando mover el curso del antiguo río en tiempos suficientemente rápidos dentro de la escala temporal geológica como para no dejar rastros de sedimentos por desembocadura en la gran parte de la costa Venezolana; desviando al Orinoco hacia el oriente para finalmente desembocar en el Atlántico, por eso la importancia del estudio de estos fósiles en el Estado Sucre.
Las evidencias que certifican que el río Orinoco desembocaba en el Caribe son los fósiles encontrados en el Estado Falcón, restos de animales propios de los ambientes fluviales de la Amazonia, de igual manera se puede realizar esta comparación con los fósiles encontrados en el Estado Sucre y certificar que ahí estuvo su desembocadura hace 2,6 millones de años.
Estos estudios también responderían las siguientes preguntas:
Se estima que los últimos representantes de la especie Megalodón, se habían extinguido a finales del Neógeno, aproximadamente entre 5 y 2.6 millones de años. Esto concuerda con una posible teoría en la que el río Orinoco desembocaba en el Estado Sucre durante esa época y que su delta fue moviéndose hasta su actual posición por los diferentes movimiento orogénicos que ha ocurrido en todo este tiempo.
Entre los restos fósiles encontrados en la localidad, se pueden observar elementos postcraneales referibles a un conjunto de vértebras, de los cuales se descarta que sean parte de un Megalodón, ya que esta especie como todo los tiburones, no poseían un esqueleto osificado, sino compuesto por vértebras cartilaginosas, las cuales son muchas veces difícil de conservar durante el proceso de fosilización. Por este motivo, lo que principalmente se conserva de los tiburones fósiles, son sólo sus dientes. Estos restos vertebrales según especialistas en la materia, son referibles a un cetáceo; Las características morfológicas de los centros vertebrales son diagnosticas de este grupo, inclusive faltando los restos de las apófisis o procesos laterales y espina dorsal. Sin embargo, sería necesario encontrar más piezas, elaborar más estudios y realizar pruebas científicas para llegar a un nivel o a una determinación taxonómica más precisa que pudiera permitir una identificación hasta nivel genérico o específico.
Diferentes teoriasLa importancia de todos estos fósiles encontrados, hace pensar a científicos la posibilidad y existencia de un antiguo ambiente con acumulación de organismos por sedimentación, teniendo una variada paleodiversidad, que permitía el desenvolvimiento ecológico de todos los grupos que habitaron el lugar. La presencia de una gran cantidad de especies de tiburones, en especial las evidencias referibles al Megalodón, llevaría a pensar en un ambiente marino con abundantes presas. En otras partes del mundo, son muy comunes en los yacimientos del Neógeno marino, en los cuales hay restos de grandes cetáceos asociados con abundantes dientes de Megalodón, ya que estos grandes mamíferos marinos eran parte de su dieta. En rocas del Mioceno del Estado Falcón y del Estado Sucre, se han colectado restos vertebrales de grandes cetáceos fósiles, en los cuales se encuentran clavados dientes de Megalodón. Lo cual asevera las interacciones tróficas entre ambos grupos; tal como lo hace hoy en día el gran tiburón blanco (Carcharodon carcharias), con ballenas y otros mamíferos como focas y lobos marinos.
En estos hallazgos hay vértebras que están tan erosionadas y agrietadas que es muy difícil su identificación, tal vez en el futuro con el descubrimiento de más piezas, por ejemplo de un cráneo o dientes de mandíbulas, se pueda identificar que especie de animal sería.
Otra teoría sobre estos enigmáticos especímenes sería del antepasado del delfín rosado actual, de seguro el alimento preferido del Megalodón en la zona. Quizás este último hizo que los ancestros de la tonina de origen marino fueran desplazados del mar hacia el río Orinoco, viviendo posiblemente durante esta época en la desembocadura del Orinoco, adaptándose a su agua dulce para después evolucionar hacia las 2 subespecies, el delfín rosado (Inia geoffrensis) y el delfín rosado del Amazonas (Inia geoffrensis geoffrensis).
En el sitio hay más de un kilometro a la redonda con diferentes fósiles, el diente más grande que se halló es de más de 8 centímetros y está en poder de unos de los lugareños, lo que se espera que el personal calificado (Paleontólogos) pueda estudiar la zona.
Caracoles y Ostras
Por todo el lugar se encuentran esparcidos gran cantidad de caracoles y ostras que de ser datadas en los diferentes estratos pudieran arrojar el posible rango de tiempo que desembocó el Orinoco en esta formación y completar el mapa cronológico de Venezuela y de nuestro mayor río.
Diferentes Deltas
Como se sabe, hay un gran número de animales marinos que se aglomeran en los deltas de los ríos para poder aprovechar los diferentes nutrientes y desechos que arrastran hacia el mar los afluentes de agua dulce, por lo que es común la convivencia de diferentes tipos de animales y la diversidad de vida en dichas zonas.
Debido al gran tamaño que tuvo el río Orinoco en tiempos ancestrales esta diversidad de vida marina debió haber sido igualmente grande, pero en todo el tiempo que tiene el río Orinoco, se conoce por restos fósiles el Estado Falcón que fue su “prodelta” más distinguido, o por mucho tiempo su principal desembocadura, la diversidad de fósiles encontrados en los médanos de Coro lo hace destacarse internacionalmente, derivados de la desembocadura del río proto-Orinoco en la parte occidental del Estado Falcón, datados en el Neógeno tardío más específicamente en el Mioceno, período que comenzó hace 23,03 millones de años y terminó hace 5,332 millones de años.
Aunque hay una parte de la comunidad científica que no comparte la idea de un delta en esta zona y que estos fósiles no son típicos de una desembocadura, lo que hace diferenciar una antigua playa normal y una posible desembocadura del río Orinoco en la península de Araya es la cantidad de fósiles esparcidos por el lugar. Un texto extraído de estudios realizados en el Estado Falcón y que puede ser revisado en http://www.pdvsa.com/lexico/s22w.htm indica la influencia de un protodelta en la formación de sedimentos y acumulación de tantos fósiles en la zona.
El texto explica lo siguiente: “Paleoambientes: Basándose en los foraminíferos, Renz (1948) interpreta que la formación se depositó inicialmente en condiciones marinas de poca profundidad, probablemente inferior a 100 m, con salinidad normal, cerca de una tierra baja, en un clima tropical. La parte lutítica de la formación, el Miembro Menecito, se depositó a mayor profundidad, entre 200 y 600 m. Blow (1959) amplió estas interpretaciones para el miembro lutítico de la Formación San Lorenzo, anotando la ocurrencia de conjuntos de foraminíferos arenáceos de interior complejo en varios niveles discretos, que representan períodos de profundización y subsidencia de la cuenca, acompañados de flujos turbidíticos. Díaz de Gamero (1996) interpreta estos conjuntos de foraminíferos arenáceos como propios de prodelta en agua profunda, derivados de la desembocadura del río proto-Orinoco en Falcón occidental, de la misma forma que los conjuntos arenáceos de agua profunda estudiados en el Neógeno tardío de Trinidad se relacionan con el río Orinoco. Los peces fósiles identificados originalmente por Leriche (1938) y reestudiados por Aguilera (1993) corresponden a tiburones típicos de la zona batial superior.” Confirmando 2 cosas:
A.- Que en la escala temporal geológica de la desembocadura del río Orinoco en la zona fue amplia e importante para su formación.
B.- Los Tiburones son típicos en desembocaduras de ríos y entre mas grandes es el delta más grande serán los animales y sus depredadores, en este caso el posible Megalodón encontrado en Araya.
El cauce del río Orinoco del presente es el producto de una serie de procesos geomorfológicos complejos, difíciles de estudiar, tales como: levantamientos de cadenas montañosas como Los Andes, Sierra de Coro, también conocida como Sierra Falconeana, El Ávila y otras cordilleras ubicadas al norte de nuestro país; que hicieron las veces de barreras logrando mover el curso del antiguo río en tiempos suficientemente rápidos dentro de la escala temporal geológica como para no dejar rastros de sedimentos por desembocadura en la gran parte de la costa Venezolana; desviando al Orinoco hacia el oriente para finalmente desembocar en el Atlántico, por eso la importancia del estudio de estos fósiles en el Estado Sucre.
Las evidencias que certifican que el río Orinoco desembocaba en el Caribe son los fósiles encontrados en el Estado Falcón, restos de animales propios de los ambientes fluviales de la Amazonia, de igual manera se puede realizar esta comparación con los fósiles encontrados en el Estado Sucre y certificar que ahí estuvo su desembocadura hace 2,6 millones de años.
Estos estudios también responderían las siguientes preguntas:
- ¿Cuánto tiempo le tomo al río Orinoco pasar la desembocadura del Estado Falcón al Estado Sucre?
- ¿Cuál es el período de tiempo que estuvo la desembocadura del río Orinoco en el Estado Sucre?
- ¿Si el intervalo de tiempo que estuvo el río Orinoco desembocando en el Estado Sucre fue suficiente largo para crear parte de las penínsulas y posiblemente los sedimentos de las islas Margarita, Coche y quizás otras islas (Trinidad y Tobago)?
- ¿Cuánto tiempo le llevó al río Orinoco pasar del Estado Sucre al Delta Amacuro?
- ¿Cuánto tiempo tiene la desembocadura del río Orinoco en el Delta Amacuro?
- ¿Cómo influyó la evolución de la flora y la fauna con la desembocadura del río Orinoco en el mar Caribe?
Diferentes penínsulas:
En base a la conjetura de que parte de la Península de Paraguaná posiblemente se formó por la acumulación de sedimentos que producía la desembocadura del río proto-Orinoco creando la isla de Coquivacoa o su istmo, cabe preguntar con estos estudios ¿La característica geoformación de “martillo” en la costa del Estado Sucre (Península de Araya y península de Paria) se debió a la desembocadura por un largo período de tiempo del río Orinoco en esta zona? o ¿es solo casualidad de procesos geológicos caprichosos que llamamos penínsulas?. De cualquier manera es importante todos los datos paleontológicos que se puedan recabar mediante el estudio de estos fósiles y que al final pueden responder preguntas relacionadas con zonas que caracterizan de manera peculiar la geografía de Venezuela.
De confirmar que las penínsulas de Paraguaná, Araya y Paria se formaron en parte por sedimentos del antiguo delta fluvial del proto-Orinoco quedaría por explicar la formación de Península de La Guajira. Es importante destacar que actualmente no hay ninguna certeza científica que relacione las grandes desembocaduras de ríos con la formación de penínsulas.
Motivado principalmente a la erosión y otros factores ambientales los fósiles en Venezuela son raros y no se conoce oficialmente otro yacimiento como el de Falcón que confirme una desembocadura del río Orinoco por un tiempo geológicamente trascendental para destacar su importancia científica, esperamos que estos estudios no se haga con la intensión de extraer minerales de interés económico como el oro, petróleo, etc. sino por un estudio científico, por completar nuestro mapa geológico y catalogar las diferentes especies de animales que vivieron en nuestro país y que forman parte de la evolución actual de flora y fauna. De confirmarse mediante pruebas científicas la datación de estos fósiles podría aclararse gran parte de nuestra vida prehistórica y completar el engranaje del tiempo evolutivo en Venezuela.
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