domingo, 21 de marzo de 2010

Venezuela plantea convertir en pantano un valle con restos arqueológicos

Ruinas de antigua plazoleta precolombina La Poncha, El Porvenir Táchira

Fuente: http://www.lainformacion.com/ 17 de marzo de 2010 Charlie Devereux
Para mayor información consultar en internet un documento PDF de Reina Duran "Pregonero, un pueblo indohispánico" 2006 ANALES DEL MUSEO DE AMERICA, (14): 203-224 con ilustraciones
Las ruinas pre colombinas de El Porvenir apenas han sido estudiadas, pues se encuentran en un valle poco accesible. Pero parece el lugar ideal para construir un pantano y una nueva central hidroeléctrica para los planes del Gobierno de Hugo Chávez, que busca una solución a la crisis energética del país. Aunque el Gobierno se ha comprometido a evaluar el lugar primero y trasladar los restos arqueológicos de valor antes de inundar el valle, muchos temen que se pierda para siempre una gran fuente de información de la historia de los indígenas venezolanos que habitaron la zona.
(Pregonero, Venezuela). Las ruinas precolombinas de El Porvenir presentan una serie de gruesas losas de piedra, fijadas a un ángulo de 30 grados en la ladera de la montaña. Están ocultas entre la maleza enmarañada. Ubicado en la parte occidental de Venezuela, El Porvenir es uno de esos lugares que los arqueólogos nunca han podido estudiar con dedicación. Y al parecer, tampoco habrá nuevas posibilidades en el futuro. El Gobierno del presidente Hugo Chávez pretende inundar el valle de El Porvenir para crear una represa hidroeléctrica, lo cual haría desaparecer todos los vestigios e impediría estudiar el origen de las ruinas. Hasta ahora sólo se han realizado algunos estudios ya que se trata de una zona remota de difícil acceso. El área es conocida principalmente por las peligrosas víboras jaracacá. La arqueóloga Reina Durán, directora del museo de Táchira, en la ciudad de San Cristóbal, explica que visitó El Porvenir por primera vez en 1979 y pasó 10 años estudiando el lugar durante la época seca. “Cada año, volvía a crecer la maleza y quedaba todo cubierto de lodo”, afirma. “Cada vez que llegábamos al lugar, teníamos que empezar el trabajo desde cero”. En la actualidad, sólo se puede apreciar una estructura de unos 25 metros de ancho por 50 de alto. A ambos lados existen dos riachuelos que desembocan en el río Dorados. En 1977, un periodista venezolano escribió que “parecía como una pirámide” y desde entonces ha habido un gran debate sobre sus orígenes y utilización. Algunos biólogos creen que se trata de una formación geológica natural, una teoría que no comparte Durán. La arqueóloga cree que se trata de un sitio sagrado de la tribu Pregonero. Se sabe muy poco de los grupos que habitaron la región, pero se estima que la mayoría llegaron de Colombia o de la región del Amazonas. Durán sostiene que los estudios realizados permiten afirmar que los pregoneros vivían de la agricultura y estarían emparentados con la tribu de los Arhuacos, de Colombia. Los pregoneros se habrían trasladado a los “llanos” venezolanos después de la llegada de los españoles. Para Durán, los cortes en la roca parecen ser obra de humanos. La existencia de pequeñas piedras que tapan los agujeros de algunas de las losas apoyaría esta teoría. Además, se ha descubierto una estructura similar en un poblado indígena cercano a la aldea de Pregonero. Un manuscrito indica que “los indios de Pregonero obedecían al Cacique Michitu y que este hombre habría venido a recompensarlos o castigarlos en un valle llamado Chiscas… el lugar donde hoy el río se une con el riachuelo de oro”. Más allá de su origen, no hay duda que el lugar lo usaban los aborígenes: en las cercanías se han descubierto hachas de piedra y un molinillo de arcilla. El estado de Táchira, en la frontera con Colombia, tiene una gran abundancia de lugares arqueológicos. Durán también investiga un poblado de unos 2.300 años en Queniquea, compuesto de unas 30 terrazas con viviendas y que ha sido bautizado como el “Machu Pichu de Venezuela”. El lugar ha sido declarado lugar de interés cultural por parte del Instituto del Patrimonio Nacional, lo que garantiza su protección. Por ahora no se sabe si los arqueólogos podrán descifrar algún día los misterios de El Porvenir. El Gobierno prevé construir un embalse de 20 kilómetros cuadrados en el valle. Venezuela afronta en estos momentos la peor crisis eléctrica de su historia y los planes incluyen la inundación del valle y una nueva central hidroeléctrica, cuya construcción está prevista para el 2011. “Tenemos varios proyectos para visitar la zona, en primer lugar, analizar los restos y después ver lo que se puede rescatar antes de que quede bajo las aguas”, afirma Juan Barillas, responsable de las represas hidroeléctricas de la parte occidental de Venezuela. La supervivencia de El Porvenir también peligra, porque el Ejército venezolano utiliza los bosques cercanos como zona de maniobras. A unos 90 metros del lugar, se pueden ver pequeños cráteres de casi un metro de profundidad y trozos de metralla en los árboles. Parte de la vegetación ha sido derribada por lo que algunos vecinos describen como fuego de artillería. Durán sostiene que aunque se trasladen las piedras de El Porvenir a otra zona, se perderá para siempre la posibilidad de descifrar el rompecabezas de la historia indígena de Venezuela. “Tampoco podemos descartar que se descubra algún asentamiento en las cercanías. El lugar es lo que realmente nos dice algo [del pasado]”.

domingo, 7 de marzo de 2010

Se desnuda la verdadera historia de nuestros aborígenes

El lecho seco de un río deja ver por la erosión artefactos líticos del Paleo-indio en Falcón

Yacimiento arqueológico con material aflorado del Paleo-indio en Falcón


Artefactos líticos aflorados del Paleo-indio de Falcón


La erosión deja al descubierto artefactos líticos del Neo-indio en Falcón


Solera de metate y conchas marinas afloradas


Grandes núcleos del Paleo-indio en Venezuela de la colección arqueológica Szabadics



Puntas líticas de proyectil (Puntas de flecha líticas) del Paleo-indio en Venezuela de la Colección arqueológica Szabadics


Vasija multiforme parecida a cafetera de la colección de Szabadics


Gran vasija de la colección arqueológica Szabadics


Vasijas de cerámica y botellas de vidrio de la colección arqueológica de Szabadics


Miklos Szabadics Roka y su colección arqueológica

Miklos Szabadics Roka y esposa en su coleccón y Museo privado

Fuente: www.radiomundial.com.ve Caracas, 1 de marzo de 2010 Prensa YVKE Mundial por Luz Marina Molina
Fotografías: Félix González
El Adán de la arqueología y su esposa Eva testigos de un pasado remoto
Dado el marcado interés por conocer nuestros orígenes y poner al descubierto las evidencias de un pasado que pretende ser desconocido, atendiendo a razones de poder, esencialmente, YVKE Mundial, estuvo en contacto con algunas de las voces protagónicas que nos hablan "al descubierto" de lo que muchos no quieren que nos enteremos
Tá, tá, tá, taaaa, taaaa, tá, tá, tá, taaaa, taaaa, el sonido de la corneta y el incesante titilar de las luces, les hacía suponer a aquellos 5 hombres, habitantes del caserío "Cuajaracume", que algo ocurría a lo lejos donde sólo se divisaba la presencia de un vehículo con "los ojos grandotes", como relataron ellos. Todo parecía suponer que no se trataba de un fantasma, pero esto fue posible saberlo con certeza, cuando Miklos y su esposa Eva fueron rescatados en aquella interminable sabana falconiana, después de que se "encalamucaron", como definen en Coro, el hecho de perder la noción de donde se está ubicado, aca bien podríamos decir, sin temor a dudas, que estaban más perdidos que el hijo de Limberg. Miklos y Eva contaron, con mucha emoción, ese momento en el cual perdieron el norte. Dicen que iban de arriba a abajo y no encontraban la salida, en la que muchas veces habían estado. Eva más impresionada por la confusión decía que estaban perdidos que la tarde corría, las horas pasaban rapidamente, el cielo estaba oscureciendo, apurado por la llegada de la noche... pero en el fondo no había temor, aquélla sabana, además de frescura, y calma, les inspiraba confianza. "La gente de esta tierra se conoce, indicaron, cuando aquéllos vecinos se nos acercaban, sabíamos que venían en nuestra ayuda. No había temor, sólo mucha alegría de saber que estábamos acompañados de tanta pero tanta gente, que hubiéramos podido no imaginarlo nunca. Justo estábamos, dijo Miklos, frente a un caserío llamado "Cuajaracume". Muchísimas, pero muchísimas veces habíamos estado allí, pero ese día, quizás nuestras raíces, impedían de una u otra forma que nos marcháramos, tal vez alguna otra evidencia nos faltaba, para darle sentido a estas constantes expediciones a esta sabana de "Yabalito". Hurgar la tierra no es tarea facil, y cuando alguien se decide por ese oficio tratando únicamente de encontrar el principio de la vida misma, sin esperar de esto nada más que el conocimiento de la realidad de nuestra propia historia, es más difícil aún. Miklos Szabacs cambió su trabajo, su estabilidad económica, su estatus social, que le acreditaba su oficio al servicio de una importante compañía internacional, para dedicarse con pasión y devoción a esta noble causa. Muchos hombres, de los que al menos hemos escuchado sus nombres, se han dedicado en cuerpo y alma, a hurgar la tierra, a entender el lenguaje de nuestros antepasados y comprender su modo de vida, sin agregarle nada, pero tampoco permitiendo que el egoismo y el poder traten de entorpecer el conocimiento de lo real, desconociendo en el más grave de los casos, el orígen de nuestras verdaderas raíces. Proveniente de tierras lejanas, pero con el corazón adherido hace más de 50 años a Venezuela. Miklos Szabadics Roka hoy a sus 79 años de edad, reconoce que ha entregado su vida entera a esta causa, buscando, como lo recalca, no el reconocimiento personal, porque eso no tiene importancia alguna, sino las verdaderas evidencias de nuestros orígenes, echando por tierra los intereses de quiénes se niegan a aceptar que el momento del hombre americano, el hombre blanco, había sido antecedido por miles de años, en los cuáles se desarrolló, sin lugar a dudas, un proceso étnico y cultural que significó el punto de partida de esta noble tierra. Miklos llegó a Venezuela en el año 1958 y en esa oportunidad tuvo la dicha, según lo relata, con los ojos llenos de desbordante gracia, de conocer a J.M Cruxent, el conocido arqueólogo catalán, a quién le rodea una vida llena de profundo trabajo y dedicación, pero adornada de un misterio, que se marchó con el a la vida divina. Lo que si es cierto, dijo Szabacs, "Cruxent fue un hombre que entregó todo, pero todo a su país, a su gente, murió en la mayor humildad, desprendido de cualquier riqueza material, recuerdo que en su cocina siempre estuvo el pocillo de peltre "escarapelado", de donde tomaba su café durante el día. En Venezuela no dejó dinero efectivo, pero si riquezas materializadas en conocimientos arqueológicos y científicos, fue fundador de innumerables institutos, y padre de la arqueología en esta Patria, en la que se apoyó para conseguir la cristalización de uno de sus más grandes sueños, entregarle a su país, todo lo que el con esfuerzo, abnegación, estudio y fe, logró en esta patria venezolana. Allá en la parte Sur del Itsmo de Paraguaná estaba Miklos, subiendo y bajando dunas, que sin duda, exigían una experiencia, a bordo de su jeep y sus "grandes pies" este flaco grandote, como empezó a ser conocido en la zona, donde recién había llegado, procedente de Hungría, país que lo vio nacer, dejaba su huella. "Un piedrólogo desconocido" busca asientos paleo - indios De esta forma, fue denominado Miklos, hasta que decidió dejar de ser un "mito" o una "leyenda", que estaba y no estaba. Fue así, cuando Miklos Szabacs se adicionó a estos hombres, predestinados por el Todopoderoso y ratificados por la vida, para emprender esta lucha, contra las costumbres, creencias, poderes, pensamientos, misticismos, que se ha prolongado a lo largo de los años, y que hoy, en pleno uso de sus capacidades, y dominios científicos, es capaz de decir, que seguirá luchando hasta tanto, acá en Venezuela, le presten atención a todo este trabajo que no es otra cosa que la suma de muchísimos elementos que van tejiendo la verdadera historia, esa que los poderes impiden a toda costa que se conozca, pues están empeñados en que siga pareciendo ser protagonizada por el "BLANCO AMERICANO", olvidando, que antes de estos blancos americanos hubo pobladores, que con 14 mil años de antelación habian transitado este vasto territorio. El poder de impone desde hace millones de años Oponiéndose a la realidad, sustentada en todas las evidencias encontradas, a las tradiciones de migraciones de los lugareños, siempre la doctrina de los blancos, intenta sostenerse tenazmente. Las investigaciones sobre nuestros aborígenes siempre han estado contaminadas e influenciadas, en este sentido, sería oportuno imaginar, cuál sería la explicación que recibiríamos de los "Indios" sobre el poblamiento del Nuevo Mundo, pero claro, es imposible entonces gozar de la transparencia de esos testimonios, lo que si queda absolutamente claro, en este sentido, es que una gran parte de los conocimientos científicos relativos a los indios, tienen su punto de partida, en la doctrina religiosa, pero cuando esa Iglesia dominante ha ido perdiendo su influencia, como institución controlada los estudiosos han ido transformando esas creencias en teorías científicas. El Continente Americano se niega En el Continente Americano, a pesar de la existencia de miles de publicaciones que se referían a la antiguedad del hombre en diferentes partes del mundo, se negaban a aceptar que este espacio hubiera podido ser habitado por el hombre antes de la última fase interglacial, es decir hace unos 15.000 años aproximadamente. Esta teoría fue por supuesto, respaldada por Estados Unidos, donde la tendencia general fue y ha sido siempre reconocer, como evidencias; sólo los artefactos correspondientes a la tipología final del Paleotítico Europeo, lo que quiere decir, que cualquier prueba que pudiera contradedcir esta teoría era descaradamente rechazada, catalogándola o bien como un producto de la naturaleza, o una simple preforma, en el caso más despreciativo. Es justo a mediados del siglo presente, cuando en el país comienza la investigación sobre el hombre antíguo, cuando en el Valle del Río Pedregal, estado Falcón, Figueroa, un ganadero agricultor de esa zona encontró unas piedras curiosas, en una playa erosionada del río. Esas piedras, según lo relató el profesor Cruxent, en una oportunidad, comentó Miklos Szabacs, tenían formas de hojas de cuchillo, que posteriormente, fueron llamadas "puñales de piedra". En este momento, el profesor Cruxent, era director del Museo de Ciencias Naturales, recibió este material, y al observar la contextura, y la maravillosa fabricación de dichos artefactos, tan antíguos, como la vida misma, supuso, identificó las piezas como puntas de proyectiles, de acabado escamoso, equivalente tipológicamente a las puntas de tipo Sandia, encontradas en las cuevas del mismo nombre en Estados Unidos, en estratos debajo de las puntas de tipo Folsom. Posteriormente, como resultado de una exhaustiva investigación en esta zona falconiana, se lograron fechas para tales artefactos, 14.000 años de antiguedad, reconocidad, inclusive, hoy por hoy, en el mundo. Asimismo, producto de estas investigacion es se identificaron culturas líticas con una antiguedad de 20.000 años (por estimación). Sin duda, esta ciencia desarrollada por estos grandes científicos, que han descrito su vida en el campo, desarrollando sus investigaciones, ha sido impulsada en el país, lo cual dio inicio a este ambicioso plan de exploración y reconocimiento de sitios en todo el territorio, Margarita, Cubagua y hasta la Isla de Aruba. Todo este espacio, indudablemente; incluye las llanuras costeras desde las playas hasta los pies de los cerros, asi como, los valles de la serranía hasta 2.000 metros sobre el nivel del mar. Asimismo, las márgenes de la depresión del Lago de Maracaibo, Río Unare y la Gran Sabana. Adentrándonos en la sabana falconiana nos encontramos con una entidad que ha enfrentado graves situaciones por los efectos de la erosión. En este sentido, yendonos hacia la población de Curaidal, en una terraza sobre el río Pedregal, concretamente, se observa la llanura con marcada erosión laminar, pero surge una gran cantidad de artefactos, que se correspondía, sin duda; con los también artefactos conseguidos en territorio africano. Se trataba de una cantidad impresionante de artefactos de cantos rodados hechos por el hombre. SIn duda, este hallazgo causó grata impresión, comenta Miklos, porque había una similitud extrema con el hallazgo en África. Claro, es importante aclarar que esto no indica que los artefactos tengan la misma edad, eso es relativo, pudieran tener menos o más; lo importante en este caso, es la similitud o igualdad; en su condición, en su textura, y lógicamente en su utilidad; lo qe conlleva a la ratificación de nuestra tesis; planteó Miklos Szabacs. Los artefactos que se han ido encontrando como primeras evidencias, elaborados obviamente, por el Hombre, destaca, como pieza principal el chopper, que en un principio fue hecho de manera simple, y luego con un percutor se le quitaban algunas lascas de un extremo y se tenía a la mano un artefacto de filo cortante, usado, para biselar la punta de los dardos, como también para la obtención y procesamiento del alimento. El hombre ha mantenido, desde la aparición de las primeras manifestaciones de vida en el planeta, ha tenido que dedicarse a diferentes actividades para sobrevivir, esto está demostrado absolutamente, a lo largo de miles y miles de años; con la aparición de una gran variedad de utensilios líticos, en Venezuela, concretamente, lugar donde se concentra este trabajo de campo, dirigido por uno de sus principales protagonistas, que ha seguido el trabajo minucioso del maestro Cruxent, una vez que este se marchó a la eternidad. Cabe destacar que "los cantos rodados", constituye, si se quiere, una fase sumamente prolongada en la evolución del hombre. Por ejemplo, se dice que en África, se necesitó de aproximadamente un millón de años, a fin de que pudiera desarrollarse una industria bien formada donde aparecen nuevos tipos de artefactos; y sus variables, logicamente. La Iglesia ha sido un factor que siempre ha obstaculizado el verdadero conocimiento de la historia Uno de los factores que más ha obstaculizado el conocimiento de la historia, sobre todo evitando que sus intereses de gran poder sean afectados es sin duda, la Iglesia, dijo Miklos Szabacs. "Ellos, los representantes religiosos sólo aceptan las explicaciones y evidencias que no afectan sus intereses, todo lo que está vinculado a los indios, por ellos es mal visto, y lamentablemente, no reconocen y nunca han reconocido la capacidad real que tuvieron nuestros aborígenes. El principio de lo que ellos consideran la historia, lo es sólo para ellos, indicó Szabacs, pero todos los que hemos estudiando y hemos estado al tanto de la formación de las diferentes culturas, sabemos claramente, desde donde parten nuestros verdaderos origenes. Acá mismo en Falcón, dijo, esta llanura tan libre, y llena de evidencias, por algo fue declaraba "territorio arqueológico" de Venezuela, además, de ser patrimonio histórico cultural, es a veces, invadida de mala intención, y mala fe de quiénes se niegan a que sigamos investigando y escudriñando artefactos. "En muchas ocasiones, indicó, cuando hemos pretendido venir al campo, nos conseguimos con la carretera llena de inmensos peñazcos que nos impiden el paso". "Fijate, siguió, a veces no tenemos lugares para hacer exposiciones, ni presentaciones de esta maravilla, porque la Iglesia nos cercena los espacios, obstaculizando un trabajo que no tiene interés particular en ningún sentido". Las universidades, en muchos casos, están infiltradas de estos poderosos, qe hacen lo imposible para impedir a quiénes están dispuestos a aprender e involucrarse con estos tópicos, hacerlo, creando obstáculos y trabajas, para que en poco tiempo, desistan de continuar hurgando la historia. Hasta el presente en Venezuela no se han encontrado evidencias humanas (huesos) de gran antiguedad, pero sí de una cantidad inmensa de restos culturales líticos que son la prueba más fehaciente de nuestros aborígenes. Hasta el tamaño y la fortaleza del hombre hemos podido determinar, producto de las decenas de miles de artefactos, en relación a su contenido tipológico, tamaño y tecnología empleada para su elaoración. Los hombres que utilizaron en Venezuela estos utensilios de piedra y el Homo Erectus en África; por ejemplo, debieron tener un físico (contextura) muy parecido, grueso y ligeramente aplanado, pues en vez de sentarse, siempre permanece en cuclillas. Sin duda, tal característica, nos permite imaginar, dijo Miklos que fueron hiperactivos, pues tanto la osamenta, como las formaciones de la musculatura, corresponden a los requerimientos de sus actividades. La belleza, riqueza, e importancia del pasado prehistórico venezolano es además de inmensa, elocuente, pero aún a pesar de tantos años que albergan nuestros aborígenes, es necesario, dijo Miklos Szabacs, seguir abogando por la conciencia histórica para optar por la identidad del país. El fenómeno de la erosión de la franja árida pericaribeña es destructuctivo, y son grandes los esfuerzos para impedir este crecimiento, en cuanto a la repercusión que tiene para la preservación del patrimonio cultural. Anualmente, miles y miles de hectáreas de estas sabanas son convertidas en desiertos por la erosión total de las capas cuaternarias, por lo que quedan al descubierto restos arqueológicos, que quedan "a la buena de Dios", como diríamos en el verdadero uso del lenguaje popular. Una latente preocupación se mantiene en este hombre, que ha hecho su vida en estos lugares, y que ha compartido más de una vibración de nuestros antepasados cuya huella permanece incrustada en esa llanura, si estos artefactos no son rescatados, corren el riesgo de perderse para siempre. "No quiero reconocimientos, sólo la atención de nuestras autoridades competentes. El valor histórico de nuestros aborígenes, nuestro pasado, tiene un alto precio, que no podremos pagar, aunque vivamos toda la vida para ello", dijo Miklos Szabacs Roka, antes de terminar, una travesía más, por la sabana de "Yabalito", ubicada entre Urumaco y Zazárida, adentrándonos en el estado Falcón, tierra de gracia, como la define este espigado caballero, quién a sus 79 años de edad, en compañía de su mujer Eva Hofles, de 75, y de su rústico, de 18 años de existencia, nos invitaron, a vivir con ellos esta maravillosa experiencia de pasar un día en esa cálida zona, donde sólo el sol, fue amo y señor del firmamento. Los "Yabo", ilustraban con sus pequeñas florecillas amarillas, ese escenario maravilloso y los artefactos, que siguen saliendo como fuente viva de "existencia", producto de la erosión de ese suelo, prodigioso en historia, y fuente además, de inspiración. "Este es el único lugar, dijo Miklos, donde puedo, caminar, correr y vivir sin utilizar este bastón. Hasta comer se me olvida", indicó, para ponerle, por ahora, punto y final a este reportaje, tan vivido y lleno de inmenso espíritu de patria, que estos seres, provenientes de tierras lejanas, nos hicieron sentir, porque sin duda, provenimos quizás de las mismas raíces.