lunes, 31 de diciembre de 2012

La Piedra mensajera de Carache

Dibujo reconstrucción de los glifos (Carlos Rodriguez Arrieche)
 
La Piedra Mensajera de Carache.(Foto: Carlos Rodríguez 2011)
 
Petroglifo de Carache, Estado Trujillo
 
Reconstrucción del glifo In situ

Fuente: http://petroglifoconcepcioncarache.blogspot.com.es/ 22 de agosto de 2009 Ramón Briceño Cherubini
Fuentes Consultadas:
Prof.Josè Piedra (Empadronador I Censo Patrimonial Venezolano) Vice-presidente Fundaciòn de Museos Integral Comunitario de Carache
Diario Los Andes de Trujillo 1983.
Diario El Tiempo de Trujillo 1983

Miguel Angel Salamanca Licenciado Mención Historia e Investigador de las Expresiones Rupestre en Venezuela y Colombia,Estudiante Posgrado de Antropologìa de la Universidad de los Andes / Venezuela .
Ramòn Briceño Video: Antonio Torres MinumbocTV
Fotos: Lic. Cesar Pernalete, Hugo Pernalete, Carlos Rodrìguez, Ramon B.Cherubini
Compilaciòn y Publicaciòn: Carlos Enrique Rodrìgues Arrieche

Desde el año 1980, hace 31 años, el Director del Centro Difusor de la Historia Dr. Coronel Antonio Nicolás Briceño dirigido por este servidor que redacta esta crónica para la revista Día libre (1998), dio a conocer la existencia de esta piedra mensajera, de esta grabado en piedra, llamada popularmente “piedras pintadas”. Se planteó la necesidad de protección y conservación de los petroglifos, porque el arte indígena de Venezuela no se le da el valor que se merece.
Afamados investigadores de la arqueología han trabajado en el área de Carache cuyas referencias han contribuido a la comprensión de la cultura que caracterizaba a Los Andes en la época precolombina.
En su primera fase este programa está dirigido al “Petroglifos en el Municipio Carache”. La falta de custodia de este patrimonio precolombino ha ocasionado la pérdida y deterioro de varios petroglifos en el país y que constituyen unas de las expresiones más genuinas de nuestra identidad.
El programa “Hacedores de Huella”, que ofrecemos busca la responsabilidad de custodiar y conservar para la presente y futura generación estos vestigios de nuestro pasado precolombino.
En el año 1980, cumpliendo con nuestra misión de conservación de nuestro patrimonio histórico y artístico planeamos el programa rescate de “El Petroglifo de Carache”. El Petroglifo viene a ser una de las más antiguas expresiones gráficas del hombre prehistórico conservada hasta nuestros días. Los petroglifos (grabados en piedra) y llamados popularmente “piedras pintadas”, han despertado siempre el interés científico.
Con el programa “Hacedores de Huella”, se busca la vinculación de la población estudiantil al ambiente histórico y esta vinculación debe estar dirigida por los docentes, los profesores a quienes les compete de igual forma este tipo de actividad.
“El Petroglifo de Carache”. Entre las montañas de Carache se encuentra esta “piedra pintada”, “un operador de maquinarias pesadas Hernán Cherubini Briceño, fue quien halló este Petroglifo”. En esta oportunidad se publicaron fotografías sobre el Petroglifo de Carache.
Iniciamos los pasos para realizar un estudio arqueológico de cote científico en la zona, estudio este dirigido por el arqueólogo Felipe Velásquez Aguaje del Departamento de ciencias del Núcleo Universitaria “Rafael Rangel” a quien invitamos a que nos acompañara en este proyecto. Sin embargo la desaparición física de Felipe Velásquez, quien se encargaría de la dirección y asesoría del estudio del petroglifo de Carache, nos impidió lograr el objetivo planteado. Aún así tratamos de hacer entender a los organismos gubernamentales la importancia histórica que se le debe dar y se merecen los petroglifos. Pasaron 31 años y aún con los fenómenos climatológicos, desgaste de la roca producida por el viento, sol y lluvia a través del tiempo, el petroglifo de Carache está de pie y nuestro objetivo está encaminado al logro de un estudio especializado en la zona de Carache, así como también el desarrollo de un conjunto de campañas tendentes a garantizar de manera efectiva la protección de este lugar. Ramón Briceño Cherubini
El petroglifo viene a ser una de las expresiones graficas del hombre Pre histórico, conservada hasta nuestros días, los petroglifos (Grabados en Piedra) y llamado popularmente “Piedras Pintadas” han despertado siempre el interés científico debido a que su remoto origen todavía, cosa desconocida como lo fue aun para los aborígenes del siglo XVI. En cuanto a la función del petroglifo, se le atribuyen motivos religiosos propios de los antiguos pueblos animistas y se piensa que algunas de las figuras posiblemente representan o simboliza deidades que habitaron el paraje circundante según las creencias de esos pueblos remotísimos en el tiempo cuyos artífices las expresaron así, en dura roca.
Este petroglifo es de un gran valor cultural por cuanto sus figuras pueden tener posibles significados ocultos o representan algo más allá de lo visible, conocido solo por quienes las crean la presencia aparentemente simbólicos podrían no ser meramente efigies fijada en la roca al ocaso o por capricho.
Sino representaciones expresivas de ideas complejas. El móvil fundamental habría sido la expresión, la comunicación de ideas que habían de quedar gráficamente fijada por algún motivo inherente a la cultura de la tribu en determinado sitio. El equipo descubridor del petroglifo lo compone. Operador de Máquinaria Pesada HERNAN BRICEÑO CHERUBINI, RAMON BRICEÑO CHERUBINI, ANTONIO GUERRERO, CARLOS DE JESUS CHERUBINI, ALEXIS GONZALES, Y EL ARQUEOLOGO FELIPE VELAZQUEZ.
Todos promotores del complejo Arqueológico de carmania existen muchas referencias sobre los petroglifos, tantos investigadores nacionales como extranjeros han estudiado estos grabados en piedra.
Petroglifo
"Piedra Pintada" Piedra de los Indios o Piedra de los Muñecos son algunos de los nombres con los cuales son denominados los petroglifos en Venezuela, Etimològicamente Petroglifo significa "Piedra escrita" o simbolo sobre piedra.
El Petroglifo hallado en la Parroquia la Concepciòn de Carache conocido por los habitantes como Piedra del Indio representa hasta el momento el ùnico encontrado en el Municipio Carache. Su significado y utilidad, al igual que el resto de los descubrimientos en Venezuela y el Mundo, constituye un enigma.
Algunos arqueòlogos en base a investigaciones clasifican el uso de los petroglifo Venezolanos de la siguiente manera:
Marcadores de Sitios Funerarios: Estos productos de la enorme cantidad de restos humanos hallados a su alrededor.
Marcadores de Territorios: Al igual que las lineas limìtrofes de la actualidad los petroglifos marcaban el espacio geogràfico en donde se encontraba en sus sitios de caza, tierra de cultivo y donde habitaba una determinada tribu indìgenas.
Marcadores de Sitios Ceremoniales : Lugar en donde acudìa un determinado grupo aborigenes a realizar rituales en honor a sus dioses para agradecer o pedirles favores.
El Petroglifo de la Concepciòn de Carache , actualmente se encuentra en estudio y las visitas que se han hecho al mismo por los especialista(Arqueòlogos) hacen presumir que este era un sitio ceremonial debido a la cercanìa del Rìo y otros elementos encontrados derca del mismo como una piedra de moler( roca con una perforaciòn profunda o poco profunda para machacar) en la cual posiblemente se preparara la chicha a base de Maìz que luego se dejaba fermentar para ser consumida en los rituales.
En torno al Petroglifo de la Concepciòn de Carache existen varios Mitos y leyendas una de las cuales afirma que el sitio en donde se encuentra la roca la cual fue puesta allì por aborigenes y utilizada para el entierro de objetos de oro, y la roca con los glifos marcaba el entierro.
Al contrario de la tradicìòn oral no es probable ya que en base a datos aportados por expertos que han llevado la fundaciòn al mismo opinan que esta roca se deslizò naturalmente de la parte de la montaña hasta llegar a su ubicaciòn actual en donde fue halladas por los aborigenes y tallada por ellos en el sitio. Cabe destacar que en ningunos de los petroglifos venezolanos se han encontrado objetos de oro ni de ningùn metal asi como tampoco existen en el Estado Trujillo evidencias de trabajos de orfebrerìa por parte de los aborigenes.
Obervaciones
Esta piedra mensajera como una de de las màs antiguas expresiones gràficas del hombre prehistòrico requiere de la consevaciòn prioritaria con la finalidad de investigar y proteger in situ (en el sitio) ademàs de difundir y educar sobre este hallazgo a grupos de estudiantes, turista y pùblico en general. Actualmente existen propuestas de proyecto para la conservaciòn de este Patrimonio Cultural Venezolano a travès de la Fundaciòn Museo Integral Comunitaria de Carache conjuntamente con el centro difusor de la Historia"Dr y Cnel. Antonio Nicolas Briceño" de la Ciudad de Valera que se ha abocado a la atenciòn de este petroglifo de la Concepciòn desde el año 1980. (Proyecto Parque Arqueològico)Para el logro de este proyecto se necesita la ayuda decidida de los habitantes de los sectores Rio Arriba y el Paramo el Sisi quienes deben de ser los primeros interesados en que se logre esta acciòn de dignificaciòn de nuestro patrimonio històrico y cultural.
Observen los daños de el Petroglifo en la actualidad, según la información suministrada de los habitantes del sector aseveran que la piedra fue vandalizada para vender los glifos ; pero no lograron su cometido por el mecanismo que utilizaron solo dañar el patrimonio.

Todo sobre el Barinasuchus arveloi

Barinasuchus arveloi expuesto en el Museo Alberto Arvelo Torrealba
 
Detalle del fósil Barinasuchus arveloi. Foto A: plano lateral izquierdo.
Foto B: plano dorsal. Foto C: plano ventral.
 
Comparación corporal entre un ser humano promedio y el Barinasuchus arveloi
 
Representación artística del Barinasuchus arveloi
Imagen de: HodariNundu
 
Mapa geológico del frente de montaña de la región de Barinas mostrando las diferentes formaciones geológicas de la zona.
La localidad típica de Barinasuchus arveloi es indicada con una estrella.
 
 Museo Alberto Arvelo Torrealba
 
Laboratorio de Paleobiología, Departamento de Estudios Ambientales, Universidad Simón Bolívar http://www.paleobio.labb.usb.ve/Paleobio03.pdf
Fotos cortesía de wikipedia
Barinasuchus pertenece a un grupo extinto de reptiles crocodiliformes venezolano clasificado en la Infraorden Sebecosuchia, descubierto en la Formación de Parángula en el estado Barinas por lugareños en 1982 y catalogado por: Alfredo Paolillo y Omar J. Linares en 2007. Se clasificó como Barinasuchus arveloi. Su nombre genérico "Barinasuchus" deriva del término “Barinas”, denominación del estado en Venezuela al que pertenece la localidad donde fue hallado y de la latinización en masculino del término griego “souchos”, que significa cocodrilo. El nombre de la especie proviene en homenaje al apellido de Alberto Arvelo Torrealba (03/09/1905 - 28/03/1971) que fue un poeta, político, diplomático y crítico literario venezolano y de quien se dio el nombre al museo en donde se encuentra actualmente el fósil.

Características del Barinasuchus arveloi
Dimensiones: Craneo de 70 cm que comparativamente con otras especies su largo total pudiera llegar hasta 6 m de longitud.
Alimentación: carnívoro / carroñero.
Vivió: En el Mioceno medio entre 13 y 15 millones de años, en Suramérica.
Velocidad de desplazamiento: Pudo haber alcanzado una velocidad aproximada a los 20 km/h a cuatro patas y un poco más rápido si lograba una marcha bípeda en cortos trayectos.

Características anatómicas y comportamiento:
El Barinasuchus arveloi tenia narinas que se ubican en la punta de la cabeza, lo que sugiere que pudo haber vivido más en tierra que en el agua, hay que recordar que las narinas de los crocodiliformes acuáticos actuales normalmente se encuentran de lado a lado sobre una prominencia en la cima del hocico, para respirar sin tener que exponer toda la cabeza fuera del agua y de esa manera emboscar a sus presas en el momento que necesiten el preciado líquido. Motivado a la posición característica de la abertura nasal del barinasuchus se cree que debió haber tenido más hábitos terrestres que sus primos acuáticos.
A juzgar por el cráneo que está lateralmente (de lado a lado) comprimido en el Barinasuchus arveloi, una característica compartida con otros reptiles terrestres como los dinosaurios terópodos, se cree que debió haber tenido comportamientos de caza terrestre, prefería emboscar a sus presas en tierra, perseguirlas como los actuales dragones de komodo (Varanus komodoensis) e incluso comer carroña.
No se han encontrado otras partes fósiles del Barinasuchus arveloi, solo su cráneo. Sin embargo entre los once Sebecosuchia al que pertenece el reptil venezolano, descritos con nomenclatura genérica y formal, sólo cinco cuentan con restos fosilizados que disponen de al menos una parte de la zona posterior del cráneo; estos son: Cynodontosuchus rothi, Bretesuchus bonapartei, Sebecus icaeorhinus, Baurusuchus pachecoi y Stratiotosuchus maxhechti, estos dos últimos, estudiando sus restos fósiles, se entiende que habitaron en sistemas fluviales con ríos sinuosos, por lo que se cree que su comportamiento alimenticio sea relacionado a esta zona como los actuales cocodrilos, pero de los otros por sus largas patas traseras se deduce que tenían hábitos terrestres.
Debido al gran desarrollo del fémur y el cuarto trocánter en algunos de los sebecosuquios se cree que tuvieron suficiente musculatura para poder mantener una marcha erguida por un corto período de tiempo en el momento de cazar a sus presas terrestres, la morfología representativa de sus cráneos, mandíbulas y dentición sugieren hábitos depredadores de otros vertebrados.
Motivado a todas las características anteriormente descritas, se conjetura que el Barinasuchus arveloi debió haber habitado en bosques tropicales y subtropicales.

Clasificación científica del Barinasuchus arveloi:
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Sauropsida
Orden: Crocodilia
Infraorden: Sebecosuchia
Familia: Sebecidae
Género: Barinasuchus
PAOLILLO & LINARES, 2007
Especie: B. arveloi
PAOLILLO & LINARES, 2007

Curiosidades del Barinasuchus arveloi:
● El Museo Alberto Arvelo Torrealba tenía muy bien conservado el fósil del raro reptil colectado por lugareños en 1982 y sin clasificar, luego la dirección del museo prestó el fósil a los investigadores Alfredo Paolillo y Omar J. del Departamento de Estudios Ambientales de la Universidad Simón Bolívar para su preparación y estudio, clasificándolo como Barinasuchus arveloi en el 2007 y puede ser visitado actualmente en la esquina entre la Av. Medina Jiménez y la calle 5 de Julio, a una cuadra de la Plaza Bolívar en Barinas.
● A pesar de que el origen de su infraorden sebecosuchia esta discutida, se cree que los primeros sebecosuchios habrían tenido su origen evolutivo durante Cretácico de América del Sur a partir de un “sebecosuquio ancestral” hasta sus últimos decendientes encontrados durante la época del Mioceno medio, con distribución de las familias Baurusuchidae (Argentina y Brasil), Bretesuchidae (Argentina y Bolivia) y Sebecidae (Argentina, Colombia y Perú), según cada caso.
● El fósil del Barinasuchus arveloi apareció recubierto por una arenisca de grano fino y color gris claro, sin restos de microfósiles asociados. La localidad con vertebrados fósiles (en general restos de tortugas y cocodrilos en sedimentos fluviales) más próxima a la localidad del Barinasuchus se encuentra a unos 45 km al Noreste, en las márgenes del río Tucupido (estado Portuguesa), donde Collins (1934) registró restos de un mamífero perezoso terrestre, específicamente el Pseudoprepotherium venezuelanum, consultar Hoffstetter, 1961; Hirschfeld, 1985. El tipo de rocas de ambas localidades es similar y se corresponden con aquella descrita para la parte superior de la Formación Parángula. No obstante, la localidad con vertebrados fósiles del río Tucupido ha sido generalmente interpretada en la geología venezolana como perteneciente a la Formación Río Yuca, suprayacente a la Formación Parángula. Sin embargo, y de acuerdo a exploraciones a la localidad de Collins por científicos, se aclara nuevamente que el nivel portador corresponde al tope de la Formación Parángula. El contenido de microfósiles presente en la Formación Parángula ha sugerido una edad Mioceno temprano-medio (Léxico Estratigráfico de Venezuela, 1997), sin embargo, estudios bioestratigráficos recientes indican que esta formación en su sección tipo no es más vieja que Mioceno medio (Pierce, 1960; Constanzo et al, 2001), basado en la presencia del polen Echitricolporites spinosus.
● Barinasuchus arveloi no es un dinosaurio, es un reptil que existió en Venezuela aproximadamente hace 13 millones de años, esto es alrededor de 52 millones de años después de que los dinosaurios se habían extinguido, durante el pleno auge de la Mega Fauna en el Mioceno medio y relativamente reciente tomando en cuenta el largo tiempo que tienen los crocodiliformes que es aproximadamente unos 228 millones de años hasta el presente.
● El Género Barinasuchus fue exclusivo de América latina y fue uno de los últimos en su especie, ya que no quedó actualmente un linaje evolutivo directo de estos reptiles, grandes cambios geológicos ocurrieron para la época lo cual pudo ser causa de su extinción.
● El nombre de la especie del Barinasuchus Venezolano es "arveloi" que proviene en homenaje al apellido del poeta barinés de gran fama Alberto Arvelo Torrealba y que fue clasificado en 2007. Los investigadores Ortea J. y Espinosa J. habían usado esta latinización con una babosa marina nudibranchia denominada en 1998: Flabellina arveloi hallada en Cabo Verde al oeste de África y que existe actualmente en esa parte del océano Atlántico, la cual comparte el mismo nombre de especie con el reptil barinés pero que no tienen nada que ver uno con el otro.

Buscan evidencias directas de la caza de mastodontes por humanos

La pieza dental de mastodonte fue encontrada en el estado Lara, entre 4 y 5 metros de profundidad. Foto Andres Rivas
 
En las excavaciones, a cargo del investigador Ascanio Rincón, se encontraron piezas dentales de mastodonte. Foto Andres Rivas

Fuente: http://bitacora.ivic.gob.ve/?p=6051  29 de octubre de 2012
¿Los seres humanos cazaban mastodontes hace más de 20 mil años? ¿Es cierto que preferían capturar estos mamíferos porque suponían reserva de carne por un largo período? ¿O simplemente eran presas inalcanzables?
Esas interrogantes no han podido ser respondidas con certeza por la ciencia, a pesar de que los nuevos hallazgos se acercan cada vez más a la resolución de la duda.
Estudios de prospección geológica e información de pobladores del estado Lara permitieron encontrar piezas dentales de un mastodonte juvenil y de otro individuo de mayor edad, junto a una piedra trabajada por el hombre. El hallazgo se realizó en un lugar situado entre Carora y Barquisimeto, gracias a excavaciones efectuadas por el Dr. Ascanio Rincón y el ingeniero Andrés Solórzano, investigadores del Laboratorio de Biología de Organismos del Centro de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).
“La roca tallada data de la misma época de los restos de mastodonte, pues en ambos se encontró el mismo material sedimentario” explicó Rincón. Sin embargo, aun no se ha descubierto evidencia directa para determinar que el mamífero haya sido cazado con el fin de alimentar a las primeras poblaciones humanas, a pesar de que la presencia de herramientas sugieran que ambas especies convivieron.
Todavía falta camino por recorrer para aclarar el panorama. “Tenemos vestigios indirectos de la relación por la aparición de los instrumentos, pero no hemos hallado puntos de percusión en huesos de mastodonte que nos indiquen si efectivamente el hombre usaba las herramientas para destazar animales, produciendo heridas en los huesos que se pudieran apreciar hoy” detalló el paleontólogo.
Durante las excavaciones efectuadas en el año 2009, inscritas en el proyecto Paleomapas del IVIC, también se localizaron dientes de caballos, así como fósiles de macrauquenias y gliptodontes, que conformaban parte de la mega fauna que, según las evidencias, habitaba en Venezuela entre 27 y 10 mil años atrás aproximadamente.
Dichos restos se encontraron entre tres y cuatro metros de profundidad por la población cercana, que desconocía la existencia de los fósiles y excavaron para aprovechar los recursos acuíferos en la siembra.
Todavía se desconoce la edad exacta de los fósiles. Para ello, serán sometidos a pruebas de carbono-14, ya que este isótopo se encuentra en todas las muestras orgánicas con menos de 45.000 años de antigüedad. De igual manera, no se ha podido determinar a qué especie pertenecen estos individuos, labor que amerita más evidencias. Sin embargo, se presume que pudiese tratarse del Stegomastedon waringi, diseminada en la parte norte de Suramérica, según lo refiere la literatura.
La custodia legal de los especímenes pertenece al IVIC actualmente, por cumplir con las condiciones establecidas para protegerlos, tal como se estableció en providencia del Instituto de Patrimonio Cultural (IPC), ente regulador de la materia en Venezuela.
Asentamientos criollos
Los mastodontes, clasificados taxonómicamente en el género Stegomastedon, fueron mamíferos herbívoros de origen Norteamericano y con características similares al elefante actual. Se presume que aparecieron en La Tierra hace aproximadamente 45 millones de años y llegaron al continente a través de las conexiones entre los continentes generadas por el descenso del nivel del mar, evento que ocasionó el congelamiento de los cuerpos de agua.
El Stegomastedon, cuyo cuerpo estaba recubierto por pelo grueso, formó parte de las especies de fauna que recorrían la geografía venezolana en búsqueda de alimento.
Imaginar a estos animales atravesando con sus gruesas patas las tierras de la actual Sierra de Perijá, en el estado Zulia, así como los territorios de Falcón, Lara y Monagas, es posible gracias a los aportes de los resultados de las investigaciones paleontológicas.
“Nuestro deseo es continuar con las investigaciones y excavaciones en el sitio, porque el propósito final de estos trabajos es mostrarle a los venezolanos cuál es su patrimonio histórico, para que conozcan de dónde proviene la flora y fauna actual” afirmó Rincón, quien advirtió que esta información es imprescindible para poder predecir cómo se comportarán los ecosistemas y las especies ante los posibles cambios climáticos.
El análisis de estas piezas puede demorar algunos años, si se toma en cuenta que además de documentarlas con la literatura disponible, se necesitan hacer comparaciones con fósiles similares resguardados en museos en otras partes del mundo.

Fósiles recientemente encontrados pueden confirmar un antiguo delta en el Estado Sucre

Reconstrucción artística de un Megalodón persiguiendo a dos ballenas Eobalaenoptera.
 
Megalodón (en gris y rojo) con el tiburón ballena (violeta), el gran tiburón blanco (verde),
y un humano (azul) a escala. Nota: El tamaño máximo alcanzado por C. Megalodón
es indicado por el modelo de 20 metros.
 
Lugar donde se encontraron los fósiles
 
Vertebras fosiles de posible Cetáceo
 
Vertebras fósiles de posible Cetáceo
 
Diente fósil de tiburón
 
Restos fósiles de dientes de Tiburón

Fuente: http://paleovenezuela.blogspot.com.es/search?updated-max=2012-05-24T13:33:00-07:00&max-results=7 
Wikipedia, PDVSA, fotos tomadas en el sitio y de los fósiles encontrados.
Restos de un posible Megalodón y otros vertebrados de gran tamaño no identificados hasta el momento fueron descubiertos por unos pescadores de la península de Araya en el Estado Sucre a comienzos del 2011. Rafael Rojas y otros lugareños verificaron en la zona estos bien conservados ejemplares.
Se estima que los últimos representantes de la especie Megalodón, se habían extinguido a finales del Neógeno, aproximadamente entre 5 y 2.6 millones de años. Esto concuerda con una posible teoría en la que el río Orinoco desembocaba en el Estado Sucre durante esa época y que su delta fue moviéndose hasta su actual posición por los diferentes movimiento orogénicos que ha ocurrido en todo este tiempo.
Entre los restos fósiles encontrados en la localidad, se pueden observar elementos postcraneales referibles a un conjunto de vértebras, de los cuales se descarta que sean parte de un Megalodón, ya que esta especie como todo los tiburones, no poseían un esqueleto osificado, sino compuesto por vértebras cartilaginosas, las cuales son muchas veces difícil de conservar durante el proceso de fosilización. Por este motivo, lo que principalmente se conserva de los tiburones fósiles, son sólo sus dientes. Estos restos vertebrales según especialistas en la materia, son referibles a un cetáceo; Las características morfológicas de los centros vertebrales son diagnosticas de este grupo, inclusive faltando los restos de las apófisis o procesos laterales y espina dorsal. Sin embargo, sería necesario encontrar más piezas, elaborar más estudios y realizar pruebas científicas para llegar a un nivel o a una determinación taxonómica más precisa que pudiera permitir una identificación hasta nivel genérico o específico.
Diferentes teorias
La importancia de todos estos fósiles encontrados, hace pensar a científicos la posibilidad y existencia de un antiguo ambiente con acumulación de organismos por sedimentación, teniendo una variada paleodiversidad, que permitía el desenvolvimiento ecológico de todos los grupos que habitaron el lugar. La presencia de una gran cantidad de especies de tiburones, en especial las evidencias referibles al Megalodón, llevaría a pensar en un ambiente marino con abundantes presas. En otras partes del mundo, son muy comunes en los yacimientos del Neógeno marino, en los cuales hay restos de grandes cetáceos asociados con abundantes dientes de Megalodón, ya que estos grandes mamíferos marinos eran parte de su dieta. En rocas del Mioceno del Estado Falcón y del Estado Sucre, se han colectado restos vertebrales de grandes cetáceos fósiles, en los cuales se encuentran clavados dientes de Megalodón. Lo cual asevera las interacciones tróficas entre ambos grupos; tal como lo hace hoy en día el gran tiburón blanco (Carcharodon carcharias), con ballenas y otros mamíferos como focas y lobos marinos.
En estos hallazgos hay vértebras que están tan erosionadas y agrietadas que es muy difícil su identificación, tal vez en el futuro con el descubrimiento de más piezas, por ejemplo de un cráneo o dientes de mandíbulas, se pueda identificar que especie de animal sería.
Otra teoría sobre estos enigmáticos especímenes sería del antepasado del delfín rosado actual, de seguro el alimento preferido del Megalodón en la zona. Quizás este último hizo que los ancestros de la tonina de origen marino fueran desplazados del mar hacia el río Orinoco, viviendo posiblemente durante esta época en la desembocadura del Orinoco, adaptándose a su agua dulce para después evolucionar hacia las 2 subespecies, el delfín rosado (Inia geoffrensis) y el delfín rosado del Amazonas (Inia geoffrensis geoffrensis).
En el sitio hay más de un kilometro a la redonda con diferentes fósiles, el diente más grande que se halló es de más de 8 centímetros y está en poder de unos de los lugareños, lo que se espera que el personal calificado (Paleontólogos) pueda estudiar la zona.
Caracoles y Ostras
Por todo el lugar se encuentran esparcidos gran cantidad de caracoles y ostras que de ser datadas en los diferentes estratos pudieran arrojar el posible rango de tiempo que desembocó el Orinoco en esta formación y completar el mapa cronológico de Venezuela y de nuestro mayor río.
Diferentes Deltas

Como se sabe, hay un gran número de animales marinos que se aglomeran en los deltas de los ríos para poder aprovechar los diferentes nutrientes y desechos que arrastran hacia el mar los afluentes de agua dulce, por lo que es común la convivencia de diferentes tipos de animales y la diversidad de vida en dichas zonas.
Debido al gran tamaño que tuvo el río Orinoco en tiempos ancestrales esta diversidad de vida marina debió haber sido igualmente grande, pero en todo el tiempo que tiene el río Orinoco, se conoce por restos fósiles el Estado Falcón que fue su “prodelta” más distinguido, o por mucho tiempo su principal desembocadura, la diversidad de fósiles encontrados en los médanos de Coro lo hace destacarse internacionalmente, derivados de la desembocadura del río proto-Orinoco en la parte occidental del Estado Falcón, datados en el Neógeno tardío más específicamente en el Mioceno, período que comenzó hace 23,03 millones de años y terminó hace 5,332 millones de años.
Aunque hay una parte de la comunidad científica que no comparte la idea de un delta en esta zona y que estos fósiles no son típicos de una desembocadura, lo que hace diferenciar una antigua playa normal y una posible desembocadura del río Orinoco en la península de Araya es la cantidad de fósiles esparcidos por el lugar. Un texto extraído de estudios realizados en el Estado Falcón y que puede ser revisado en http://www.pdvsa.com/lexico/s22w.htm indica la influencia de un protodelta en la formación de sedimentos y acumulación de tantos fósiles en la zona.
El texto explica lo siguiente: “Paleoambientes: Basándose en los foraminíferos, Renz (1948) interpreta que la formación se depositó inicialmente en condiciones marinas de poca profundidad, probablemente inferior a 100 m, con salinidad normal, cerca de una tierra baja, en un clima tropical. La parte lutítica de la formación, el Miembro Menecito, se depositó a mayor profundidad, entre 200 y 600 m. Blow (1959) amplió estas interpretaciones para el miembro lutítico de la Formación San Lorenzo, anotando la ocurrencia de conjuntos de foraminíferos arenáceos de interior complejo en varios niveles discretos, que representan períodos de profundización y subsidencia de la cuenca, acompañados de flujos turbidíticos. Díaz de Gamero (1996) interpreta estos conjuntos de foraminíferos arenáceos como propios de prodelta en agua profunda, derivados de la desembocadura del río proto-Orinoco en Falcón occidental, de la misma forma que los conjuntos arenáceos de agua profunda estudiados en el Neógeno tardío de Trinidad se relacionan con el río Orinoco. Los peces fósiles identificados originalmente por Leriche (1938) y reestudiados por Aguilera (1993) corresponden a tiburones típicos de la zona batial superior.” Confirmando 2 cosas:
A.- Que en la escala temporal geológica de la desembocadura del río Orinoco en la zona fue amplia e importante para su formación.
B.- Los Tiburones son típicos en desembocaduras de ríos y entre mas grandes es el delta más grande serán los animales y sus depredadores, en este caso el posible Megalodón encontrado en Araya.
El cauce del río Orinoco del presente es el producto de una serie de procesos geomorfológicos complejos, difíciles de estudiar, tales como: levantamientos de cadenas montañosas como Los Andes, Sierra de Coro, también conocida como Sierra Falconeana, El Ávila y otras cordilleras ubicadas al norte de nuestro país; que hicieron las veces de barreras logrando mover el curso del antiguo río en tiempos suficientemente rápidos dentro de la escala temporal geológica como para no dejar rastros de sedimentos por desembocadura en la gran parte de la costa Venezolana; desviando al Orinoco hacia el oriente para finalmente desembocar en el Atlántico, por eso la importancia del estudio de estos fósiles en el Estado Sucre.
Las evidencias que certifican que el río Orinoco desembocaba en el Caribe son los fósiles encontrados en el Estado Falcón, restos de animales propios de los ambientes fluviales de la Amazonia, de igual manera se puede realizar esta comparación con los fósiles encontrados en el Estado Sucre y certificar que ahí estuvo su desembocadura hace 2,6 millones de años.
Estos estudios también responderían las siguientes preguntas:
  • ¿Cuánto tiempo le tomo al río Orinoco pasar la desembocadura del Estado Falcón al Estado Sucre?
  • ¿Cuál es el período de tiempo que estuvo la desembocadura del río Orinoco en el Estado Sucre?
  • ¿Si el intervalo de tiempo que estuvo el río Orinoco desembocando en el Estado Sucre fue suficiente largo para crear parte de las penínsulas y posiblemente los sedimentos de las islas Margarita, Coche y quizás otras islas (Trinidad y Tobago)?
  • ¿Cuánto tiempo le llevó al río Orinoco pasar del Estado Sucre al Delta Amacuro?
  • ¿Cuánto tiempo tiene la desembocadura del río Orinoco en el Delta Amacuro?
  • ¿Cómo influyó la evolución de la flora y la fauna con la desembocadura del río Orinoco en el mar Caribe?

Diferentes penínsulas:
En base a la conjetura de que parte de la Península de Paraguaná posiblemente se formó por la acumulación de sedimentos que producía la desembocadura del río proto-Orinoco creando la isla de Coquivacoa o su istmo, cabe preguntar con estos estudios ¿La característica geoformación de “martillo” en la costa del Estado Sucre (Península de Araya y península de Paria) se debió a la desembocadura por un largo período de tiempo del río Orinoco en esta zona? o ¿es solo casualidad de procesos geológicos caprichosos que llamamos penínsulas?. De cualquier manera es importante todos los datos paleontológicos que se puedan recabar mediante el estudio de estos fósiles y que al final pueden responder preguntas relacionadas con zonas que caracterizan de manera peculiar la geografía de Venezuela.
De confirmar que las penínsulas de Paraguaná, Araya y Paria se formaron en parte por sedimentos del antiguo delta fluvial del proto-Orinoco quedaría por explicar la formación de Península de La Guajira. Es importante destacar que actualmente no hay ninguna certeza científica que relacione las grandes desembocaduras de ríos con la formación de penínsulas.
Motivado principalmente a la erosión y otros factores ambientales los fósiles en Venezuela son raros y no se conoce oficialmente otro yacimiento como el de Falcón que confirme una desembocadura del río Orinoco por un tiempo geológicamente trascendental para destacar su importancia científica, esperamos que estos estudios no se haga con la intensión de extraer minerales de interés económico como el oro, petróleo, etc. sino por un estudio científico, por completar nuestro mapa geológico y catalogar las diferentes especies de animales que vivieron en nuestro país y que forman parte de la evolución actual de flora y fauna. De confirmarse mediante pruebas científicas la datación de estos fósiles podría aclararse gran parte de nuestra vida prehistórica y completar el engranaje del tiempo evolutivo en Venezuela.

domingo, 30 de diciembre de 2012

Inicia ciclo de charlas “Mariches los Hombres de Maíz” en biblioteca Cristóbal Rojas de Valles del Tuy

Imagen satelite Cerro San Ramón. Estado Miranda
 
Imagen sarelite Cerro San Ramón, Estado Miranda

Fuente:http://www.miranda.gov.ve/index.phpoption=com_content&view=article&id=3055:inicia-ciclo-de-charlas-mariches-los-hombres-de-maiz-en-biblioteca-cristobal-rojas-de-valles-del-tuy&catid=10:noticias PRENSA BIBLIOTECAS MIRANDA/Violeta Del Portillo. Los Teques, 29 de julio de 2011
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Este sábado 30 de julio, a las diez de la mañana, en la Biblioteca Pública “Cristóbal Rojas” de Santa Lucía, se estará dictando la ponencia “Mayaimaragua: El pueblo de la costa Maya de Venezuela”, a propósito de un importante hallazgo arqueológico consistente en un centro Ceremonial Paleo-indígena Pre-Mariche en la región tuyera, informó la presidenta de Bibliotecas Miranda, Miriam Hermoso de Rivas.
Agregó que el mencionado centro informativo, adscrito al ente público que ella dirige, ha prestado colaboración a la Fundación “Abg. Gustavo Castillo” a fin de dar a conocer a otras organizaciones públicas y privadas, así como a organismos oficiales con la finalidad de unir voluntades en torno a la divulgación del mencionado hallazgo, en respuesta a la propuesta presentada por el Centro Arqueológico Karimao y la Fundación Venezolana de Ecología y Arqueología Ecoar de iniciar un ciclo seminarial informativo denominado “Mariches los Hombres de Maiz”.
El encargado de dictar la primera ponencia es el arqueólogo Miguel Ángel Prieto, quien al ser abordado telefónicamente sobre el descubrimiento arqueológico respondió que se trata de 50 hectáreas de terráceos agrícolas indígenas; varios basamentos proto-piramidales con terraza plana; geoglifos o cerros tallados, así como varios petroglifos; piedras esculpidas y miras de observación astronómicas.
“También encontramos las ruinas de un centro ceremonial indígena premariche denominado Nagua Nagua, Junto con algunos vestigios de la antigua encomienda colonial hispana de Las Adjuntas. Todo esto se halla sobre la fila del cerro San Ramón de la zona montañosa de Las Adjuntas, al este de Santa Lucía del Sur, en el municipio Paz Castillo”.
Las siguientes ponencias informativas, todas relacionadas con la cultura Mariche-Cumanagoto, llevan por título: “Maium y Maium-mere: Idioma y escritura grafonética de petroglifos”; “Tacaguanape: Diseño, estructura y construcción aerotécnica”; “Mayaguarado: Astronomía de los Mariches y sus antecesores”; “Chich-carup: Las ruedas del sol, los primeros calendarios” y “Iguarequet: Música e instrumentos musicales de los Mariches”.
Por último, Miriam Hermoso manifestó que las charlas estarán dirigidas a la comunidad docente y estudiantil, al público en general y a las instituciones que deseen informarse sobre estos interesantes hallazgos arqueológicos.

sábado, 29 de diciembre de 2012

Mi opimión acerca del supuesto "Hallazgo Arqueológico" en el Cerro San Ramón, Parroquia Santa Lucía, Municipio Paz Castillo del Estado Miranda

En la fila del cerro San Ramón, Santa Lucía, Municipio Paz Castillo, Edo. Miranda.

Fuente: http://apuntesdehistorialocal.wordpress.com/2012/08/09/mi-opinion-acerca-del-supuesto-hallazgo-arqueologico-en-el-cerro-san-ramon-parroquia-santa-lucia-municipio-paz-castillo-del-estado-miranda/

Por Juan M. Carrasco D. (Publicado el 9 de agosto de 2012)

Me he sentido en el deber de expresar por escrito, y de una manera clara y fundamentada, mis opiniones, conceptos y apreciaciones en torno al supuesto “hallazgo” de un yacimiento arqueológico pre-hispánico en jurisdicción del municipio Paz Castillo del Estado Miranda. Dicho “hallazgo” –del cual se dice que comprende una serie de “centros ceremoniales, terrazas de cultivo, muros pétreos y petroglifos”, entre otros detalles- fue supuestamente realizado en el área del cerro San Ramón por una fundación de nombre ECOAR, presidida por el arquitecto Miguel Ángel Prieto, la cual supuestamente realiza labores de arqueología sin autorización del máximo ente en materia de estudio, registro y conservación del patrimonio cultural de la nación. Esta misma fundación y quien la preside, quien se hace denominar “arqueólogo” sin presentar documentos probatorios de tal denominación, son los mismos que en la ciudad de Caracas, hace más o menos 6 años atrás, echaron a rodar la teoría de la supuesta existencia de “pirámides” en el cerro Waraira-Repano (antiguo cerro El Ávila), junto con la teoría –completamente rechazada y considerada nada seria dentro de la comunidad científica venezolana- que trata de darle a la conocidísima y estudiadísima CULTURA MAYA-QUICHÉ un origen en tierras venezolanas, emparentándolos erróneamente y sin fundamentos teóricos comprobables, con nuestros aborígenes de nación caribe de la región centro-norte del país, los “mariches”, extinguidos hace poco más de 400 años por manos españolas, como bien conocido es por los historiadores venezolanos a través de las crónicas escritas por los llamados “Cronistas de Indias”.

Hoy en día, dicha fundación, dirigida como digo, por el mencionado arquitecto (no arqueólogo), y desde principios de 2011 (fecha en que llego a tener conocimiento del supuesto hallazgo del cerro San Ramón), ha puesto en alerta a algunos sectores sociales de Paz Castillo, entre ellos a docentes de reconocida trayectoria, al cronista oficial de esa entidad, cultores, profesionales del Derecho, autoridades municipales, estudiosos, entusiastas y curiosos, con el anuncio de supuestos HALLAZGOS ARQUEOLÓGICOS, ahora, según el arquitecto Prieto, pertenecientes a la nación aborigen de los quiriquires (antiguos pobladores pre-hispánicos de los Valles del Tuy) y que se ubicarían en el mencionado cerro.
Quien expone estas opiniones tuvo la oportunidad de leer el oficio que envió la mencionada fundación, a nombre del señor Prieto, al Gobierno Municipal de Paz Castillo, en el mes de marzo de 2011, donde, además de describir la “trayectoria” del arquitecto Prieto y las múltiples publicaciones (creo recordar que el oficio decía “más de 300”) que desde 1969 éste ha realizado –de las cuales, de acuerdo a mi personal investigación en la Biblioteca Nacional y en la Biblioteca de la UCV, no se encuentra ni un solo registro-, se mencionaba el supuesto hallazgo del cerro San Ramón, para lo cual ofrecían para ese momento la presentación de los supuestos resultados de las supuestas investigaciones –las cuales, por cierto, no habían sido autorizadas por el Instituto del Patrimonio Cultural- en diferentes “ponencias”, pero con un aire de “anuncio” absoluto de resultados.
Como debe ser normal al enterarse de una noticia como esta, quien escribe esto fue arropado también por la emoción. Pero luego de tres días, y después de comentarle la noticia del supuesto hallazgo al reconocido historiador y experto en las épocas Pre-Hispánica y Colonial de la Historia de Venezuela, Lcdo. Álvaro García-Castro, quien se encontraba de visita en el país (pues vive y realiza un doctorado en Antropología en España), éste recomendó ser precavidos y discretos con dichos anuncios, pues al referirle quién era el promotor de los mismos (es decir, el arquitecto Prieto), inmediatamente me comentó que no conocía sus trabajos. Pero al rato recordó, por su amplia experiencia de trabajo investigativo en el IVIC, que el señor Miguel Ángel Prieto, arquitecto (no arqueólogo), no era reconocido por la comunidad científica y arqueológica de Venezuela, debido a que sus afirmaciones, aseveraciones y conclusiones no son el producto de investigaciones seriamente argumentadas, investigaciones estas donde no se aplican ninguno de los pasos o métodos estandarizados para la investigación arqueológica, sino que más bien han sido el producto de especulaciones poco o nada fundamentadas, con el agregado de afirmaciones de corte “sorprendente” y especulaciones “a priori”.
Después de ese importante consejo u opinión dada por uno de los más destacados investigadores que haya albergado el IVIC, quien también fue uno de los principales asesores del DICCIONARIO DE LA HISTORIA DE VENEZUELA, de la Fundación Polar, inicié por medios propios una indagación por diferentes vías para conocer no sólo quién era el arquitecto Miguel Ángel Prieto y su fundación ECOAR (o Centro Arqueológico de Petare KARIMAO), sino también cuáles eran los antecedentes de esa supuesta investigación que convergió finalmente en el supuesto hallazgo arqueológico del cerro San Ramón. En primer lugar, visité la Biblioteca Nacional, previa búsqueda documental a través de su sistema de base de datos, pero ninguna referencia documental al señor Prieto y sus supuestos trabajos. El mismo día en la tarde me dirigí a la Biblioteca de la UCV, pero tampoco hallé referencia documental alguna a los trabajos del señor Prieto. En ese momento, al menos de manera relativa, desmentía una de las aseveraciones: EL SEÑOR MIGUEL ÁNGEL PRIETO NO HABÍA HECHO PUBLICACIONES DE SUS TRABAJOS.
El Lcdo. García-Castro me recomendó también, en su visita, que tratase de ubicar al arqueólogo Mario Sanoja Obediente, debido a que era una de las eminentes personalidades de la arqueología venezolana, individuo de número de la Academia Nacional de la Historia, por muchos años estudioso del pasado pre-hispánico del Valle de Caracas y experto en la excavación y datación de restos orgánicos de procedencia aborigen. En los meses subsiguientes a marzo de 2011 (fecha en que coincidieron la llegada del oficio del Sr. Prieto-ECOAR y la visita del Lcdo. García-Castro), y de manera casual durante una visita que realizaba a la Librería del Sur de la Plaza Bolívar de Caracas, tuve la oportunidad de conocer al arqueólogo Mario Sanoja Obediente, quien dirigía un conversatorio en dicha librería sobre Historia. Al terminar dicho conversatorio, me le acerqué y me presenté, acto inmediato le pregunté si tenía conocimiento acerca de un supuesto hallazgo arqueológico en el este de los Valles del Tuy, estudiado por un “arqueólogo” de nombre Miguel Ángel Prieto. Después de hacer memoria, su respuesta fue contundente: “ESE SEÑOR NO ES ARQUEÓLOGO, ESE LO QUE MÁS PARECE ES EL ‘INDIANA JONES’ VENEZOLANO”. Inmediatamente me comentó que este Miguel Ángel Prieto era el mismo que había afirmado pocos años atrás el descubrimiento de supuestas “pirámides” (a las cuales denominó “NAGUAS”) en la ladera norte del cerro Waraira-Repano, a la altura de Naiguatá, y que con ello se inició un confuso debate, durante la gestión como alcalde metropolitano del periodista Juan Barreto, el cual involucró incluso al historiador y cronista de Caracas, Juan Ganteaume, polémica que incluso llegó a tener presencia en la prensa, según recuerdo. Dicha afirmación, considerada por Sanoja Obediente como “descabellada”, por teorizar sin fundamentos reales sobre un supuesto “origen” de la cultura Maya-Quiché en un asentamiento pre-mariche, de quienes asegura Prieto que fueron los verdaderos “creadores” del calendario maya (como más adelante describiré) y todo, nuevamente, sin fundamentación teórica, fue tomada como cierta entre 2006 y 2008 por la gestión del alcalde Juan Barreto en Caracas, a partir de lo cual nacen los proyectos sobre la “pira” como alimento, pero también, y se destaca, de la construcción de una “pirámide” de vidrio en un islote de la Avenida Intercomunal del El Valle, cuya justificación se apoyó en las “descabelladas” teorías de Prieto y sus “pirámides” en el Waraira-Repano:
“Pirámides ‘mágicas’ en la autopista.
Para Barreto la pirámide es un símbolo de poder e inteligencia. ‘Es la estructura más estable. Además hay toda una historia universal de las pirámides, porque es una forma mágica’. Además, la funcionaria da sustento a una teoría del investigador Miguel Ángel Prieto, del Centro Arqueológico de Petare, que habla de la supuesta presencia de la cultura maya en Venezuela, aunque la historia dice que fundaron su civilización en el territorio que ocupa Centroamérica”. (TÍTULO DEL ARTÍCULO: “Alcaldía Metropolitana levanta ‘pirámides mayas’ en la Valle Coche”, El Nacional, 14/06/2008)
Y he aquí otra oposición a las supuestas “investigaciones” del señor Prieto: MARIO SANOJA OBEDIENTE, ARQUEÓLOGO CON AMPLÍSIMA TRAYECTORIA Y NUMEROSO TRABAJOS PUBLICADOS SOBRE LAS INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS VENEZOLANAS, COMO MIEMBRO DE LA COMUNIDAD CIENTÍFICA DE VENEZUELA EN EL ÁMBITO DE LA ARQUEOLOGÍA, RECHAZA, DESESTIMA Y NO CONSIDERA “SERIAS” LAS ASEVERACIONES DEL ARQUITECTO MIGUEL ÁNGEL PRIETO.
Comprobada esta parte del seguimiento que le hice a los “trabajos” que desembocaron, finalmente, en el anuncio del supuesto “hallazgo” en el cerro San Ramón, en Santa Lucía, municipio Paz Castillo del Estado Miranda, tomé posición al respecto, la misma que aún mantengo, a favor de la REFUTACIÓN del mencionado hallazgo del señor Prieto, toda vez que no sigue metodología alguna y que sus afirmaciones son totalmente rechazadas por la comunidad científica de Venezuela.
Luego de esto inicié la búsqueda de información en la Internet. La única información que hallé fue una presentación en Power Point en la dirección web http://es.scribd.com/doc/55695247/Primeros-Calendarios-Mayas-2011. Se tratade una presentación de artículos variados sobre el tema pre-hispánico, distribuido en un total de 18 láminas. El orden de los artículos y láminas es como sigue:
  1. LÁMINA 1 – GUÍA DE PLANTAS MEDICINALES – Helena Szymczuk – LA PIRA (parece tomado de un libro sobre medicina naturista)
  2. LÁMINAS DE LA 2 A LA 5 – GUÍA DE PLANTAS MEDICINALES – Los Hombres de la yuca y el maíz – Mario Sanoja (copia de un texto extraído del libro de este arqueólogo, editado por Monteávila Editores, que, además, es el único artículo de esta presentación que en su texto muestra referencias a otros autores sobre el tema que trata de presentar)
  3. LÁMINAS 6 y 7 – PRIMEROS CALENDARIOS MAYAS ESTÁN EN VENEZUELA – Gilberto Rivero Núñez (artículo de prensa del lunes 22 de marzo de 1999, El Mundo)
  4. LÁMINAS 8 A LA 11 – PRIMEROS CALENDARIOS MAYAS – Naguatá: sierra pirámides – Raiza Loaiza G. (parece otro artículo de prensa, donde se nombra al señor Prieto en relación con las supuestas “pirámides” del cerro Waraira-Repano)
  5. LÁMINAS DE LA 12 A LA 18 – LABRADO DE LA PIEDRA ENTRE LOS MARICHES – Arq. Miguel Ángel Prieto (donde describe las supuestas múltiples maneras como procedían los Mariches para cortar y tallar la piedra)
Cada lámina contiene imágenes para apoyar los diferentes textos, imágenes éstas que parecen haberse descargado de la Internet.
Cabe hacer un alto acá para hacerse las siguientes interrogantes: ¿de dónde obtuvo Miguel Ángel Prieto toda esta información “tan detallada” sobre las supuestas “técnicas de tallado en piedra” por estos aborígenes venezolanos, a quienes intenta, sin bases, relacionar con los Maya-Quiché de Centroamérica? La respuesta con el Sr. Miguel Ángel Prieto contesta esta pregunta es la siguiente: QUE TODOS ESOS DETALLES DE COSTUMBRES, TRADICIONES Y TÉCNICAS DE TRABAJO LE FUERON DADAS A ÉL POR SUPUESTOS “DESCENDIENTES” DE LOS ABORÍGENES MARICHES. En honor a la cordura y a la verdad ¿acaso este señor no sabe que hace cerca de 400 años que los españoles extinguieron muchas de las tribus aborígenes –incluyendo a los Mariches- que hacían vida en esta zona centro-norte del país? ¿no conoce que la transculturización que se impuso con la invasión española en tierras americanas barrió con muchas tradiciones, costumbres, cosmogonías, modos de vida y de trabajo, que hoy sólo se pueden conocer y suponer a través del estudio concienzudo de la historia? Analícese el siguiente texto, extraído del artículo escrito por el señor Prieto para la mencionada presentación:
“Labrado de la piedra
Entre Los Maríches y sus antecesores
Entre los antecesores de Los Maríches, los llamados “Maya de MAYAIMARAGUA
el “Pueblo de La Sierra Ma­dre”, el trabajo del labrado de la piedra alcanzó niveles de desarrollo dignos de estudio, con técnicas propias, originales, que fueron heredadas por Los Maríches. Estas técnicas, “AÚN NO DESCRITAS”, eran tan antiguas como los petroglifos mismos”. MIGUEL ÁNGEL PRIETO
Ahora bien: si esas técnicas, como dice el Sr. Prieto al comienzo de su artículo, AÚN NO HAN SIDO DESCRITAS ¿qué FUENTES consultó entonces para afirmar, con detalle, lo que intenta describir?
“EN LA TRADICIÓN QUE CONSERVAN DESCENDIENTES DE LOS MARÍCHES, se mencionan técnicas que abarcan, desde la alteración plástica de la superficie de la piedra por aserramiento, la elaboración de envases fijos y portátiles de diversos tamaños y formas, así como el labrado de figurinas estelas v estatuas; también la elaboración de artefactos distintivos, sofisticadas armas arrojadizas v labrados decorativos de carácter miniaturista.
En este resumen sólo se incluyen, entre los descritos por las fuentes de tradición indígena, aquellos artefactos expuestos o existentes en el terreno”. MIGUEL ÁNGEL PRIETO
Esta información, lo poco que ha sido hallado en la Internet, y sobre todo los textos firmados por el señor Miguel Ángel Prieto, no presentan fuentes bibliográficas ni de ningún otro tipo (fotográficas, antecedentes sobre el tema, etc.), ausente de citas de autores que hayan trabajado sobre los supuestos que él mismo pretende investigar, lo que refleja un VACÍO ARGUMENTAL DE CARÁCTER CIENTÍFICO, es decir, que SUS AFIRMACIONES Y CONCLUSIONES NO TIENEN UNA BASE METODOLÓGICA.
Otra razón para dudar de la VERACIDAD de sus afirmaciones, es que el señor Prieto ha difundido a través de la prensa supuestas CONVOCATORIAS A DESCENDIENTES, AHORA NO DE LOS MARICHES, SINO DE LOS QUIRIQUIRES, lo cual, a pesar de que se sabe que sus investigaciones no tienen asidero, revela otra CONTRADICCIÓN en sus anuncios: AFIRMA, SIN BASES SÓLIDAS Y DE FORMA EVIDENTEMENTE CONFUSA A LA LUZ DE LA HISTORIA ABORIGEN VENEZOLANA, QUE LAS TRIBUS MARICHES Y LOS QUIRIQUIRES ERAN UNA SOLA. Es decir: al principio de sus “investigaciones” habla de los mariches, pero al descubrir el “supuesto” yacimiento arqueológico del cerro San Ramón, en Santa Lucía, comienza a mencionar en sus anuncios a la etnia de los quiriquires. De hecho, tal y como hizo anunciando un supuesto “contacto” con descendientes de los Mariches en Petare:
“En 1990, un grupo de interesados en desentrañar el misterio que guardan estos signos hicieron contacto con descendientes de los Mariches en Petare y señalaron que esos petroglifos se podían encontrar en el Avila, en los Valles del Tuy, en Charallave. Así comenzó un trabajo que necesitará de muchos años y de mucha investigación para que pueda ingresar oficialmente en los libros de texto.
Miguel Ángel Prieto, uno de los integrantes de este equipo llamado “Centro Arqueológico de Petare” … explica que estas huellas tienen una antigüedad de más de 10 mil años, lo que coloca a esta civilización en un tiempo anterior al desarrollo de las culturas incas, aztecas y lo que comúnmente se conocen como los Mayas en Centroamérica”. (“LOS MAYAS ERAN VENEZOLANOS”, artículo en El Nacional, 25/02/1997)”
El señor Prieto empezó a “convocar” a través de la prensa a “descendientes de los quiriquires”:
“INVESTIGAN COMPLEJO ARQUEOLÓGICO DE LOS QUIRIQUIRES
Exploran el complejo arqueológico de los Quiriquires, Estado Miranda
Fuente: Publicado por Diario Ciudad CCS, el miércoles, 10 de Agosto del 2011
Yosvelin Saavedra T.
En marzo de este año el Centro Arqueológico Karimao de Petare reportó ante el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC) la existencia del Complejo Arqueológico denominado Nagua Nagua, de los Quiriquires, ubicado en el Cerro San Ramón, en el alto de Las Adjuntas, municipio Paz Castillo del estado Miranda. Desde esa fecha hasta la actualidad, arqueólogos de dicho centro, de la Fundación Venezolana de Ecología y Arqueología (Ecoar) y de la Fundación Nagua Nagua Quiriquires han colaborado en el proceso de investigación junto a especialistas del IPC. Esto a fin de conocer los trabajos arquitectónicos y agrícolas que realizó la tribu. Al respecto, Miguel Ángel Prieto, presidente de Ecoar, se acercó a las instalaciones de Ciudad CCS para invitar a los descendientes de los Quiriquires a aportar sus conocimientos sobre el habitad (sic), costumbres, actividades religiosas, económicas y los alcances científicos que haya logrado la tribu. Para ello invitó, a los que deseen colaborar, escribir la información con la que cuenten al correo electrónico centrokarimao@gmail.com.
LO QUE HAN ENCONTRADO
En el Cerro San Ramón se han hallado petroglifos labrados en granitos y geoglifos. Además, se encontraron 20 niveles de terrazas con unos 3 metros de separación entre cada una, las cuales están provistas de canales de riego. Prieto explicó que los indígenas de esta etnia sembraban en cada terraza maíz, yuca, auyama, yerba Caracas entre otros. “Los Quiriquires son una de las 18 tribus de la nación tribal de los Mariches que pertenecen al período paleo-indígena. Ellos desde los naguas, altares de piedra, efectuaban mediciones astronómicas para calibrar el tiempo a fin de distribuir las 30 actividades a las que se dedicaban”, expuso Prieto. Agregó que cada función debía ejecutarse en 12 días, las cuales eran llevadas a cabo por los adolescentes de la tribu. Algunas de ellas era recoger piedras y palmas para construir sus viviendas, recaudar turimas para confeccionar las esterillas donde dormían y algodón para hacer sus prendas de vestir. El director de Ecoar informó que hasta el momento en el cerro San Ramón no han detectado objetos, artefactos ni piezas de alfarería, considerando la gran abundancia de arcilla que existe en la región. Sin embargo, han encontrado detrás del complejo arqueológico tres bases de bohíos, espacio donde habitaban los Quiriquires. En la actualidad, las investigaciones aun continúan realizándose por lo que esperan contar con la ayuda de los descendientes de la etnia indígena”.
Desde mi punto de vista, dudo absolutamente que su “convocatoria” haya tenido respuesta, y creo que los contactos con descendientes de aborígenes mariches en Petare sea, a decir verdad, una simple “gran mentira”.
El último trabajo publicado fue en la revista local PINCELADAS LUCITEÑAS, edición Nro. 13 (Julio – Agosto – Septiembre de 2011), que dirige el cronista de Santa Lucía, Prof. Juan Ramón Ávila, localidad donde “supuestamente” se realizó el hallazgo anunciado por el señor Miguel Ángel Prieto. Se trata de un artículo de una página y acompañado con fotos y dibujos, todo firmado por el señor Prieto, y donde describe aspectos físicos del supuesto hallazgo arqueológico, de nuevo sin basamento científico serio y comprobable. Pero además de eso, se describe de manera impresionantemente creativa, una “COSMOGONÍA” al detalle, la cual asigna a la tribu de los Mariches y donde describe, de nuevo sin fundamento, la creación de los dioses y diosas de esa cultura aborigen (descripción que no muestra la fuente documental de donde la tomó). También aparece en esta revista una foto del mencionado señor Prieto, sujetando una vara de madera visiblemente carcomida por termitas, quien afirma de plano que se trata de un supuesto “bastón ceremonial”. También aparece una imagen, un gráfico representando supuestas marcas o petroglifos que el señor Prieto dice interpretar como “marcas de origen de los Mariches”. Finaliza el artículo con la siguiente especulación:
“Los datos de la tradición oral estuvieron originalmente inscritos en documentos llamados tiras. Eran textos escritos contenidos en tiras de papel vegetal, papel de corteza de Urape, de maíz, de corteza de palmas y de tejidos. Fueron destruidos por los europeos en el siglo XVI durante la quema de los caneyes de los maestros indígenas, los Piashamo o Piasama (los Piaches), a quienes veían como brujos. Los descendientes directos de los indígenas guardaron parte de los relatos en notas de herencia familiar que llegaron hasta nuestros días”.
Por: Miguel Ángel Prieto, Arqueólogo
Todo esto y las impresiones recibidas en su “ponencia” o “presentación” del supuesto “hallazgo” arqueológico en el cerro San Ramón en las instalaciones del Cine-Teatro “Santa Lucía” (a la cual asistió para hacer preguntas quien esto escribe), me han permitido formarme un criterio propio acerca de este mal llamado “descubrimiento”:
  1. Que el señor Miguel Ángel Prieto no es arqueólogo, y no ha sido autorizado por el Instituto de Patrimonio Cultural venezolano para realizar investigaciones arqueológicas en el municipio Paz Castillo.
  2. Que no se logró ubicar documentación bibliográfica en bibliotecas nacionales ni especializadas que hayan sido escritos o co-escritos por el señor Prieto, que den sustento a sus “teorías”. Tampoco se puede comprobar la procedencia de sus argumentos, de sus supuestos, de dónde provienen sus afirmaciones y conclusiones.
  3. Que la comunidad científica venezolana REFUTA ampliamente las supuestas “investigaciones” arqueológicas que realizan el señor Miguel Ángel Prieto y su equipo, integrado por personas no idóneas para este tipo de trabajos, en el cerro San Ramón, toda vez que carecen de basamento documental, científico y técnico, amén de otros aspectos que hacen “desestimable” tales actividades, como la violación del artículo 39 de la Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural Venezolano.
  4. Que algunas de sus afirmaciones parecen pertenecer a mundo de la fantasía: supuestas “cosmogonías” mariches, descripción de costumbres, técnicas, modos de vida y religión, según él, dadas por “descendientes” de las etnias aborígenes que describe (mariches y quiriquires).
Todo lo que expongo es completamente verificable en cualquier momento y espacio.

Saludos, comentaristas. Veo con mucha gracia que me han comentado bastante, casi que esto pareciera un “chat”, por la rapidez con la que contestan cada vez que el personaje principal de esta comedia pseudo-arqueológica escribe algo. Los comentarios no han parado de llegar, sólo que no los ven porque yo, dentro de mi autoridad en este blog personal, no apruebo su publicación… ¡y vaya qué comentarios nuevos no aprobados por mí me han llegado!… incluso algunos de esos comentarios contienen condenables acusaciones sin sentido, lanzadas como en medio de la niebla, dignas de ser llevadas ante la Ley junto con el emisor de dichas acusaciones.
Señores, no se afanen, yo no soy empleado de nadie, ni ando buscando fama o prestigio. Lo único que busco o buscaba con este artículo era HACER HONOR A LA VERDAD. Jamás he estado interesado en piezas arqueológicas, y las únicas que he llegado a tener cerca de mí -pero separadas por un vidrio- han sido las piezas de arte pre-hispánico que expone la Galería de Arte Nacional, cuando voy a alguna de sus exhibiciones.
Y ojo: yo no trabajo para nadie, ni para científicos ni para políticos. Cuando hablo de algunos arqueólogos es porque me apoyo en sus trabajos y, como sucedió con todo el seguimiento al caso que hice y que terminó en este artículo, en sus consejos, cuando existía comunicación personal (con Mario Sanoja fue casual, aún despues que en la Internet existía un fragmento de su opinión sobre las “locas teorías” de Prieto).
Agradezco que no me dejen más textos risotéricos en este artículo, porque de lo contrario llevaré los comentarios acusativos a la justicia, para ver con qué pruebas saldrán a acusarme, toda vez que en esos comentarios, cuando se refieren a mi persona, lo que dicen son babosadas de adolescente.

Arqueología de la Cueva Caño Ore, Estado Amazonas

 
Caño Ore, Estado Amazonas
 
Cuevas y abrigos del Caño Ore, Estado Amazonas
 
Abrigo o Cueva Caño Ore, Estado Amazonas
 
Arqueólogos en la Cueva Caño Ore, Estado Amazonas
 
Pinturas rupestres Cueva Caño Ore, Estado Amazonas
 
Pinturas rupestres Cueva Caño Ore, Estado Amazonas
 
Pintura rupestre Cueva Caño Ore, Estado Amazonas
 
Fardos funerarios de las etnias actuales de la cercanias de Cueva Caño Ore, Estado Amazonas
 
Fardo funerario de las etnias actuales de la cercanias de Cueva Caño Ore, Estado Amazonas
 
Osamenta humana Cueva Caño Ore, Estado Amazonas
 
Craneo humano de la Cueva Caño Ore, Estado Amazonas
 
Fuente: http://www.skyscraperlife.com/fotografia-ciudades-y-regiones/60962-sitios-arqueologicos-de-venezuela-6.html
Fuente original estudio completo Boletin de la Sociedad Venezolana de Espeleologia: http://www2.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0583-77312003000100001&nrm=iso
La Cueva Caño Ore, ubicada en el Orinoco medio, contiene una variada gama de manifestaciones arqueológicas incluyendo pinturas rupestres, cerámica, hoyuelos y entierros. El análisis estilístico de la cerámica y de las pinturas permite establecer la utilización esporádica de la cueva desde hace dos milenios. Por su parte, los entierros corresponden al período republicano (última mitad del siglo XIX). El análisis de los entierros revela diferentes prácticas mortuorias, tanto primarias en fardos, como secundarias en cestas de carga o cacures. Se pudo determinar, a través de un estudio de las patologías dentales y óseas, aspectos sobre la dieta y las enfermedades sufridas por uno de los individuos enterrados en la cueva.
La cueva se localiza al norte del río Parguaza y al sur del río Caripo, a poca distancia de la carretera Caicara/Puerto Ayacucho. Se desarrolla en un afloramiento de granito rapakivi de forma dómica de unos 70 m de altura, próxima al caño Ore. La cavidad se ubica a 40 m de altura sobre la llanura basal. Su acceso presenta cierta dificultad, pero desde la boca del abrigo puede observarse un panorama amplio. La cavidad está constituida por un abrigo o cueva larga, con pendiente hacia el interior que se desarrolla sobre una cornisa. Tiene 58 m de ancho, 2.5 m en su parte más alta y una profundidad máxima de 12 m hacia su interior, desde la línea de goteo, y un poco menos desde el borde de la cornisa. En un punto posee un pilar de roca que genera una especie de galería lateral y finaliza en un estrechamiento impracticable. Posee también una ligera pendiente en sentido longitudinal que determina un desnivel máximo de 3 m entre sus extremos E y W