sábado, 30 de agosto de 2014

Una hacienda con más de 300 años enclavada en la montaña

Ruinas de la Hacienda Guayabal, El Avila Estado vargas
Ruinas de la Hacienda Guayabal, El Avila Estado vargas
Vista de Maiquetia desde la Hacienda Guayabal, El Avila Estado Vargas
Fuente: http://www.eluniversal.com/caracas/140810/una-hacienda-con-mas-de-300-anos-enclavada-en-la-montana Caracas 10 de agosto de 2014 JAVIER BRASSESCO | EL UNIVERSAL
El Guayabal es la estructura colonial mejor conservada de todo El Ávila.
A solo doce kilómetros de Puerta Caracas (La Pastora), justo en el lugar en donde desde 2010 está cortado el paso para vehículos en el Camino de los Españoles, se encuentran los restos de la hacienda El Guayabal, la estructura colonial mejor conservada de toda esta ruta que durante más de doscientos cincuenta años constituyó el vínculo principal entre la ciudad y su puerto.
Aún se conservan dos de los tres patios que se utilizaban para secar el café, así como parte del fogón de la cocina, todo el empedrado original de la casa -de ladrillos el recibo y de piedra el resto- la acequia que desde tiempos de la colonia se utiliza para transportar agua de los manantiales, la batea donde se limpiaba el café e incluso una máquina de madera que se utilizaba para descerezarlo (separar la cáscara de la semilla).
Fue desde esta hacienda cafetalera que Alexander Von Humboldt habló de una vista al litoral de 220 grados: "Los historiadores han llegado a la conclusión de que fue esta la hacienda donde se hospedó Humboldt, pues aunque algunos decían que era en el restaurante de camino llamado "Las Ventas" (a unos 600 metros de El Guayabal), desde allí no hay vista al mar", dice Derbys López, quien dirige una fundación -Fundhea- que organiza viajes a esta hacienda, que figura en registros oficiales desde el año 1795 pero que se calcula existía desde mucho antes de esta fecha.
Proyecto olvidado
En el año 2005, en el marco del ya olvidado proyecto Camino de los Españoles que llevó adelante la Alcaldía Metropolitana que entonces dirigía Juan Barreto, se planteó la recuperación de esta hacienda, pero de esa iniciativa lo único que quedó fue la construcción, a medias, de un restaurante y unas posadas que jamás llegaron a funcionar como tales.
La hacienda clama por algún tipo de atención oficial, pues los elementos han sido inclementes con ella en los últimos años: tanto las lluvias de 1999 como en las de 2010 provocaron la destrucción de parte de sus techos originales, entre ellos el de la cocina.
En los últimos dos kilómetros antes de llegar a El Guayabal, también se encuentran interesantes atracciones históricas, como esa obra de ingeniería que es el empedrado original del Camino de los Españoles, meticulosamente diseñado para hacer correr el agua y con sus murallones de piedra sobre piedra, sin cemento ni argamasa, las ruinas del restaurante de camino "Las Ventas" y lo que queda de una casa que iba a convertirse en las caballerizas de la hacienda El Guayabal (a unos 150 metros de ésta), con sus paredes hechas de baharaque relleno de una mezcla de tierra y gamelote seco y recubiertas de cal y pantano.
La hacienda está hoy cuidada por el señor Jesús (mejor conocido como "Chuíto"), quien siempre está dispuesto, a pesar de que tiene más de 80 años, a mostrar con orgullo este lugar, lleno no solo de historia sino también de árboles de todo tipo de frutas, vegetales y especias, desde pomagás, guanábanas, aguacates, naranjas, limones y cambures, hasta onoto, menta y yerba buena: "Ahora tengo a un grupo cristiano acampando dentro de la hacienda, son como ochenta personas, pero está bien que haya un poco de actividad, esto está siempre tan solo", dice.

domingo, 10 de agosto de 2014

Museo Antropológico de Quíbor cumple 50 años

Museo Antropológico de Quíbor Francisco Tamayo Yepez, Edo. Lara
Enterramientos directos con sus atuendos Museo Antropológico de Quíbor Francisco Tamayo Yepez, Edo. Lara
Placa alada hecha de concha Museo Antropológico de Quíbor Francisco Tamayo Yepez, Edo. Lara
Placas aladas y collares Museo Antropológico de Quíbor Francisco Tamayo Yepez, Edo. Lara
Vasijas antropomorfas Museo Antropológico de Quíbor Francisco Tamayo Yepez, Edo. Lara
Puntas líticas de lanzas Museo Antropológico de Quíbor Francisco Tamayo Yepez, Edo. Lara
Colección arqueológica del Museo Antropológico de Quíbor Francisco Tamayo Yepez, Edo. Lara
Museo Antropológico de Quíbor Francisco Tamayo Yepez, Edo. Lara
Fuente: http://albaciudad.org/wp/index.php/2014/08/museo-antropologico-de-quibor-cumple-cincuenta-anos/ Texto: Prensa Museo Antropológico de Quibor
Fotos: https://www.facebook.com/pages/Instituto-del-Patrimonio-Cultural/145116958845678 7 de agosto de 2014
En el marco de la conmemoración del 50 aniversario del Museo Antropológico de Quíbor Francisco Tamayo (MAQ), la Fundación Centro Nacional de Historia (CNH), ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura (MPPC), realizará el próximo viernes 8 de agosto, un sentido homenaje para celebrar junto a sus trabajadores, cinco décadas de trabajo ininterrumpido al servicio de las comunidades y de la investigación antropológica y arqueológica en el país, lo que ha permitido que esta institución sea hoy día, el museo más importante en su estilo.
Esta celebración se desarrollará a partir de las 10:00 am y contará con la presencia de las autoridades del MPPC y la Fundación Centro Nacional de Historia y representantes del gobierno local. Asimismo, están programadas una serie de actividades culturales entre las que se encuentran: Presentaciones musicales y de danza, el bautizo del libro “El alba de la sociedad venezolana”, del antropólogo Mario Sanoja, publicación que forma parte de la Colección Clásicos de la Arqueología del CNH; además de intervenciones por parte de diferentes personalidades que han contribuido con el desarrollo y fortalecimiento del museo a lo largo de estos cincuenta años.
Un recorrido por su historia
El Museo Antropológico de Quíbor, comienza sus actividades a finales de la década de los años 60, hasta el año 1971, cuando pasa a ser Centro Científico Antropológico y Paleontológico, y para 1981 Museo Arqueológico de Quíbor. En el año 1995 se inició el rescate y la ampliación de la infraestructura del conjunto investigativo, al mismo tiempo que la renovación total de sus espacios expositivos, creando así, un proyecto cuyo diseño lo componen varios volúmenes aislados e independientes, asociados al inmueble original, que albergan espacios destinados a servicios de apoyo al museo y a los tres usos principales: investigación, exposición y extensión.
En el año de 1999, cambia su nombre a Museo Antropológico de Quibor “Francisco Tamayo”, en honor al célebre botánico, naturalista, conservacionista, lexicógrafo y antropólogo venezolano Francisco Tamayo. Finalmente, a partir del año 2011 el MAQ se adscribe al Centro Nacional de la Historia.
El Museo Antropológico de Quíbor es valorado nacional e internacionalmente por estudiantes de odontología, antropología y arqueología, quienes gozan de los servicios de extensión que presta para toda la colectividad en general.

sábado, 2 de agosto de 2014

Comandante de la armada anuncia, ante exclusiva de NAD, investigación exhaustiva de barco encallado en el sur del lago

Restos del vapor Venezuela, sur del lago de Maracaibo
Barco vapor Venezuela. Foto: Cortesía Acervo Histórico de Zulia
Directora del Acervo Histórico de Zulia, Ligia Berbesí. Foto: Jose Camacho
El gobernador del estado Zulia, Francisco Arias Cárdenas, luego de la expedición ejecutada por Noticia al Día, anunció anoche el hallazgo de los vestigios del barco Venezuela, encallado desde hace más de 100 años en una zona pantanosa ubicada a la izquierda de la desembocadura del río Catatumbo, cerca del Parque Nacional Ciénagas de Juan Manuel, municipio Catatumbo localizado en el Sur del Lago de Maracaibo.
Desde el Puerto de Maracaibo, donde transmitió su programa Diálogo Zuliano, Arias pidió al comandante general de la Armada Bolivariana, almirante Jairo Avendaño Quintero, quien lo acompañaba, realizar indagaciones para «recuperar la historia regional».
De inmediato, al saber la trascendencia del suceso por su relevancia para la historia naval venezolana, Avendaño ordenó a sus expertos iniciar un proceso de investigación exhaustivo.
El acontecimiento ha puesto a trabajar desde hace un mes a investigadores e historiadores de varias ciudades del país para determinar qué tipo de nave fue.
Hasta ahora, cobran fuerza dos hipótesis sobre el modelo de lo que pudo haber sido el Venezuela: un barco de vapor de cabotaje o una goleta de guerra.
La directora del Acervo Histórico de Zulia, historiadora Ligia Berbesí, indicó que un equipo de 10 especialistas se mantiene en la búsqueda de recopilar información que revele las características de la embarcación, y para ello revisa más de 300 tomos de naves mercantes y de la armada venezolana.
Por un lado, explicó Berbesí, las diversas fuentes manuscritas y bibliohemerográficas consultadas hasta hoy han indicado que en 1849 navegó por el río Orinoco, Apure y sus afluentes por vez primera el barco de vapor Venezuela, que era propiedad del empresario Eduardo Turpin, originario de Kentucky, EE UU, quien junto a Frederic Beelen, de Pensylvania, recibieron, en el entonces gobierno de José Tadeo Monagas, un contrato de navegación durante 18 años.
Turpin y Beelen habían constituido la empresa The Orinoco Steam Navegation Company en Nueva York, desde donde importaron las piezas del barco, el cual fue ensamblado por carpinteros y constructores americanos en el Orinoco, agregó.
Otras fuentes oficiales en los archivos del Acervo, apuntó Berbesí, refieren que el vapor Venezuela empezó a surcar en aguas de Zulia, entre Puerto Villamizar (Colombia) y Encontrados, en 1881, y que un año antes había sido traído de Nueva York por la Zulia Steam Navegation CO para el transporte de frutos y mercaderías.
 Entre 1897 y 1898, según documentos históricos, los vapores fueron las embarcaciones más utilizadas para el cabotaje (tráfico marítimo en las costas de un país) en Venezuela, y el barco que se estudia era uno de los que cubría la ruta comercial para las compañías Boulton & CA en Puerto Cabello y Caracas; H.L Boulton Jr. & CA en Maracaibo; Rivas Fensohn & CA en Curazao y la I.A Senior e Hijos en Coro.
Por otro lado, expuso Berbesí, escritos de la sección Guerra y Marina resguardados en el Archivo Histórico de Zulia «Carlos Medina Chirinos», que también han sido revisados, reseñan la existencia  en la región, entre 1860 y 1865, de la goleta de guerra Venezolana.
 La mencionada goleta formó parte de un conjunto de navíos de guerra (piraguas, goletas, bongos, pailebot, vapores) que en tiempos de conflictos era necesario mantener. Sin embargo, Venancio Pulgar, militar quien en 1862 se enfrentó a José Antonio Páez para restablecer el orden en Maracaibo, no usó dicha embarcación para sus acciones guerreristas, enfatizó la historiadora.
De acuerdo con información del proyecto Buques de la Armada en el siglo XIX, que desarrollan el asesor jurídico del estado Mayor Naval de la Armada Bolivariana, Francisco Nieves Croes, y el investigador Ramón Rivero, la goleta de guerra Venezolana fue construida en 1859 por la compañía Lawrence & Foulks, en Nueva York, y comprada por Dallet & Bliss, en Filadelfia, para la Armada de Venezuela el 27 de agosto de 1860, donde estuvo en servicio hasta 1865.

Según la investigación de Nieves y Rivero, la goleta poseía dos cañones de 24 libras y transportaba hasta 240 hombres.
En otro archivo histórico, añadió Berbesí, se detalló que el 2 de septiembre de 1862 el comandante del Apostadero de Maracaibo, Manuel Armas, firmó un documento en el que especificó la nómina de los buques que componían la escuadrilla, y entre ellos estaban ocho goletas: Céres, Emilia, Nueva Era, pailebot Céfiro, pailebot San Carlos, pailebot Rayo, bongo Santander y goleta Venezolana.
Aunque los dos tipos de embarcaciones que se han estudiado hasta ahora son las principales teorías para determinar qué nave fue la Venezuela, ninguna puede confirmarse con total certeza hasta que los expertos obtengan las dimensiones y características reales del navío.
 Por el nombre (Venezuela) y lo que ha logrado recopilar, Berbesí cree que el barco encallado en Catatumbo podría ser el vapor de cabotaje. A pesar de ello, sugirió designar una comisión de especialistas conformada por marinos mercantes, Armada venezolana e historiadores, entre otros profesionales, para que se unan a la exploración.