Fuente: www.eltiempo.com.ve Cumaná, 31 de agosto de 2009 Joseph Ñambre
Josefina Castañeda, coordinadora de la sala de exhibición, informó que el personal que allí labora es testigo de cómo se deterioran el techo y las paredes. Es uno de los problemas que atentan contra los tesoros étnicos y fósiles que resguardan.
Cumaná.- Situado en las inmediaciones del Casco Histórico de Cumaná, el Museo de Arqueología e Historia del Estado Sucre sufre los embates del abandono.Paredes agrietadas y boquetes en los techos son algunas de las deficiencias que presenta la sede de esta institución, que tiene más de 28 años de funcionamiento.La infraestructura, que está ubicada en la calle Sucre, frente a las instalaciones de la vetusta Iglesia Santa Inés, guarda en su interior valiosos recuerdos de la historia de las tierras orientales.Obras de cerámica, que fueron manufacturadas por etnias aborígenes durante el período pre-hispánico son algunos de los tesoros que reposan silentes en las vitrinas de exhibición, de la casona número 25. Es patente la falta de pintura en las paredes de algunos de sus salones, así como la presencia de filtraciones que debilitan la añeja estructura. Además, desde su interior se puede ver cómo parte del techo de caña brava y las tejas han cedido ante la falta de mantenimiento.Pero a pesar de las deficiencias de la infraestructura, en el zaguán de la vivienda contigua a la plaza Ribero, se pueden apreciar fósiles de Megaterio, animal herbíboro que habitó tierras sudamericanas hace siete mil años, además de colecciones de vajillas europeas que fueron traídas a esta región de la época colonial.Necesidades Josefina Castañeda, coordinadora de la institución, expresó que el recinto ha permanecido en funcionamiento, a pesar de no recibir asignaciones presupuestarias.Confiesa que este centro histórico, donde laboran ocho empleados, se mantiene gracias a recursos dados por los trabajadores. A pesar de ser un ente dependiente del Ejecutivo Regional, éste no le otorga dinero.La funcionaria dijo que se necesitan aproximadamente 800 mil bolívares fuertes, para mejorar las condiciones en la pinacoteca. Además, explicó que el museo presenta carencias en los sistemas de iluminación, así como en suministro de agua potable. Por esta situación hizo un llamado a los organismos competentes a otorgar dinero para atender las carencias y, al mismo tiempo, adquirir equipos de computación y filtros de agua, que permitan prestar un mejor servicio a los usuarios.Pendiente por respuesta El Tiempo intentó comunicarse con Yoleida Díaz, titular de la Dirección de Cultura del estado Sucre, pero fue infructuoso. Fuentes oficiales dijeron que se encontraba reunida con el Gobernador Maestre, por motivos que prefirieron no revelar.Casa llena de historiaLa casona 25 de la calle Sucre, donde actualmente funciona la sede del Museo de Arqueología e Historia del Estado Sucre, fue el recinto donde vivió el médico Luis Beaperthuy, destacado galeno venezolano que habitó en Cumaná durante el siglo XIX, cursó estudios en París y realizó importantes descubrimientos. El lugar fue designado como una sala de exhibición el día 4 de junio de 1981, por órdenes de la Gobernación de la entidad, a través del decreto número 688, como parte de la conmemoración del 150° aniversario de la muerte del prócer Antonio José de Sucre.
Josefina Castañeda, coordinadora de la sala de exhibición, informó que el personal que allí labora es testigo de cómo se deterioran el techo y las paredes. Es uno de los problemas que atentan contra los tesoros étnicos y fósiles que resguardan.
Cumaná.- Situado en las inmediaciones del Casco Histórico de Cumaná, el Museo de Arqueología e Historia del Estado Sucre sufre los embates del abandono.Paredes agrietadas y boquetes en los techos son algunas de las deficiencias que presenta la sede de esta institución, que tiene más de 28 años de funcionamiento.La infraestructura, que está ubicada en la calle Sucre, frente a las instalaciones de la vetusta Iglesia Santa Inés, guarda en su interior valiosos recuerdos de la historia de las tierras orientales.Obras de cerámica, que fueron manufacturadas por etnias aborígenes durante el período pre-hispánico son algunos de los tesoros que reposan silentes en las vitrinas de exhibición, de la casona número 25. Es patente la falta de pintura en las paredes de algunos de sus salones, así como la presencia de filtraciones que debilitan la añeja estructura. Además, desde su interior se puede ver cómo parte del techo de caña brava y las tejas han cedido ante la falta de mantenimiento.Pero a pesar de las deficiencias de la infraestructura, en el zaguán de la vivienda contigua a la plaza Ribero, se pueden apreciar fósiles de Megaterio, animal herbíboro que habitó tierras sudamericanas hace siete mil años, además de colecciones de vajillas europeas que fueron traídas a esta región de la época colonial.Necesidades Josefina Castañeda, coordinadora de la institución, expresó que el recinto ha permanecido en funcionamiento, a pesar de no recibir asignaciones presupuestarias.Confiesa que este centro histórico, donde laboran ocho empleados, se mantiene gracias a recursos dados por los trabajadores. A pesar de ser un ente dependiente del Ejecutivo Regional, éste no le otorga dinero.La funcionaria dijo que se necesitan aproximadamente 800 mil bolívares fuertes, para mejorar las condiciones en la pinacoteca. Además, explicó que el museo presenta carencias en los sistemas de iluminación, así como en suministro de agua potable. Por esta situación hizo un llamado a los organismos competentes a otorgar dinero para atender las carencias y, al mismo tiempo, adquirir equipos de computación y filtros de agua, que permitan prestar un mejor servicio a los usuarios.Pendiente por respuesta El Tiempo intentó comunicarse con Yoleida Díaz, titular de la Dirección de Cultura del estado Sucre, pero fue infructuoso. Fuentes oficiales dijeron que se encontraba reunida con el Gobernador Maestre, por motivos que prefirieron no revelar.Casa llena de historiaLa casona 25 de la calle Sucre, donde actualmente funciona la sede del Museo de Arqueología e Historia del Estado Sucre, fue el recinto donde vivió el médico Luis Beaperthuy, destacado galeno venezolano que habitó en Cumaná durante el siglo XIX, cursó estudios en París y realizó importantes descubrimientos. El lugar fue designado como una sala de exhibición el día 4 de junio de 1981, por órdenes de la Gobernación de la entidad, a través del decreto número 688, como parte de la conmemoración del 150° aniversario de la muerte del prócer Antonio José de Sucre.
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