Fuente: http://www.ciudadccs.info/?p=405680 03/04/13 IGOR GARCÍA/CIUDAD CCS
FOTOS JESÚS CASTILLO/CIUDAD CCS
Gervasio Fréitez es un paleontólogo autodidacta que inició su aprendizaje en Quíbor, estado Lara donde hace millones de años existió un lago pleistocénico que albergó formas de vida de las cuales hoy solo quedan algunos rastros en piedra.
Fréitez vive en Antímano y allí pertenece al Centro de Participación Histórico y Patrimonial de la Casa de Campo de Antonio Guzmán Blanco. Al recibirnos nos mostró un esquema del lugar donde han recolectado la mayor parte de sus reliquias paleontológicas sobre un mapa de la población de Quíbor, de donde es oriundo.
“En ese valle de Quíbor existía hace más de 140 millones de años un lago pleistocénico”, aseguró. “Los fenómenos naturales permitieron que muchas formas de vida se plasmaran en las rocas ígneas o metamórficas surgidas a raíz del calentamiento de la tierra o del brote de magma volcánico”.
Su inclinación hacia este tipo de estudios lo llevó a formarse empíricamente en excavaciones. Su ambición lo enrumbó por los caminos del estudio, por lo que logró obtener su título de bachiller con la intención de estudiar Paleontología. Su decepción fue grande al saber que en Venezuela no existe ese tipo de estudio y que por su edad avanzada no tiene posibilidades de salir al extranjero para obtener los conocimientos teóricos necesarios.
Gervasio acompañó la conversación con una serie de dibujos, realizados por él mismo, y por fotografías de las piezas mantenidas en su colección, recolectadas en el sector El Molino, en lo que se consideró uno de los bordes del gran lago mantenido por muchos siglos en esa zona.
Poco a poco, con sumo cuidado, fue desempaquetando varias piedras que guardaba en un morral. Al quitar el papel periódico a la primera de ellas mostró una roca con manchas que parecían pintadas. Explicó que esas figuras eran fósiles de moluscos adheridos a la piedra desde hace más de 10 millones de años.
También mostró otra de forma ovoide, descascarada, cuyo origen asignó a una formación rocosa moldeada sobre un coco, señalando que en la rotura se puede apreciar la conformación ígnea de ese fruto en un proceso que demoró siglos para envolverlo de la manera en que se encuentra.
Otro elemento mostrado fue una roca en forma de media luna con un agujero en el centro y líneas como rayos en sus bordes, en la cual se observa una especie de caracol fosilizado, cuya edad, podría superar los 5 mil millones de años.
Gervasio Fréitez manifiesta que su mayor deseo es que las autoridades le den importancia al estudio de los fósiles en Venezuela creando la cátedra de Paleontología en alguna universidad donde pueden aprender los jóvenes de hoy a analizar las muestras de nuestro pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario